Bodoque & Pelota. Una historia de amor mejor que Crepusculo.

El encuentro

Era mi día libre, estaba viendo noticias en la TV,  vi una nota que hizo Gonzalo Ramírez acerca de Pokemon Go.

Convencido, al día siguiente decidí ir a la playa para matar mis pokemones. Fue en ese momento cuando un hermoso ser de unas increíbles curvas paso a mi lado, era una pelota. Siguiéndola hipnotizado empecé a hablarle sobre lo mucho que me gustaría tener una conexión en todos los sentidos con ella, temí en delirar sobre las cosas que decía, pero el temor afortunadamente fue por un breve espacio de tiempo, ya que me caí en toda la arena (arena a mi).

- Algún día te cogeré, pelota - Le dije.

Devastado, decidí ir a la cabaña en que me hospedaba por el día para pasar el rato en descanso. Al llegar, tome mi celular y busque en el buscador (suena estúpido ya lo se) Hentai de pelotas para satisfacer mi pequeña necesidad. Fue cuando algo extraño pasó, un anuncio interrumpió mi video, se trataba de un extraño aviso sobre los extraños colores emitidos desde el mar, y eso no era todo, una frase que estaba de fondo no paraba de incomodarme "¿Las dejó cerca de la orilla?".

Intrigado, fui otra vez a la playa. Cuando fui a un baño para ponerme mi traje de baño algo extraño ocurrió, mis inmencionables tenían un desconocido mensaje diciendo: "¿Las dejó cerca de la orilla?", era el mismo mensaje que estaba en el video.

Le pregunté a un pescador un poco ocupado con un importante tramite si sabía algo sobre este extraño suceso.

- ¿No habrá visto Hentai? - Le pregunté.

- Eeehh... - Dijo el pescador sin ninguna otra palabra.

- ¿No habrá visto mis pelotas? - Le pregunté

- ¿Las dejó cerca de la orilla? - Me preguntó. Fue cuando me di cuenta que se me olvido ponerme la parte baja de mi traje de baño.

- Si - Le respondí.

Fue cuando el pescador me dió una pequeña definición muy cierta sobre el mar y algunas cosillas mas. El mar es la despensa de la humanidad, en el encontramos armas, agua mineral, drogas, combustibles, grandes prostitutas y semen.

Descubrir todo eso fue un gran orgullo para mi, me emocioné un montón, diría demasiado. Tanto que terminé con hambre, entonces me acerqué a unos simpáticos lugareños donde les pedí algunas drogas (y si, yo como drogas. ¡¿Algún problema?!).

- ¿Que drogas tienen para ofrecerme? - Les pregunte.

- Venga y verá - Me respondió uno del grupo.

Después de probar un exquisito puro, fue cuando tuve la idea de probar más drogas, donde mi favorita fue el alcohol.

Caminé y caminé por la playa, hasta encontrarme con unos curiosos tipos. Eran miembros de la armada Team Fortress Chile, básicamente se encargan de dar apoyo al ejercito chileno, pero representando a las clases del TF2. Fue cuando tuve la grandiosa idea de unirme a su grupo. Me acerque a ellos y les suplique que me ingresarán, incluso me arrodillé a ellos (sin ninguna insinuación eh). Y ellos, viendo mis maravillosas habilidades en el TF2 en mi Steam sin dudarlo me ingresaron. Ya era parte de ellos.

Pero a lo lejos vi a la pelota, vi que nos observaba. Enamorado me acerque hacia ella, ella huyó  y se escondió detrás de un local. Yo la seguí teniendo la esperanza de poder hablar con ella. Pasé por detrás del local... pero ya era tarde. La pelota se había ido.