EL ALFA ES MI MATE?

el volvio

--Señora Harrison debió ponerse un restauran, su comida es deliciosa!!--Exclamó Lana mordiendo una albóndiga de carne.

Mi madre sonrió tímidamente mientras papá besaba sus labios. Eran tan lindos cuando hacían eso. Tenia 40 años de casados y aun se veían jovenes .

Papá había arquilado él salón de estudios de la reserva para celebrar mi cumpleaños. Invito a todos ilucionando que vendrían.

Mis lágrimas cayeron silenciosamente cuando me di cuento que nadie llegaría.

Lena y su hermano Alex fueron los primero invitados, seguido de mis abuelos y algunos amigos de mis padres.

--Quiero decirles los feliz que somos al saber que nuestra niña se a convertido en una mujer lista para seguir su camino sola y a pesar de eso Margare y yo estaremos en cada paso suyo.

Había practicado ese discurso por mas de dos meses y me reí a carcajados cuando se le hizo un nudo en la garganta.

Todos me abrazaron y felicitaron.

Fran llego con un gran peluche en forma de lobo café tierra.

--Felicidades!--exclamo feliz mientras brincaba y me daba un beso en la frente.

--Pensé que ya no llegabas--mi padre se puso rígido cuando dos hombres entraron al salón,Franchesca notó la presencia.

--Debo irme, Caleb llega hoy a la reserva y mi padre ha puesto seguridad a todos. Su llegada traerá a los malos del cuento --me guiño un ojo despidiéndose.

Llego a la puerta y la vi discutir muy acaloradamente con sus guardaespaldas.

Mi madre dejo caer él pastel temblando, todos inclinaron la cabeza ,mis abuelos se arrodillaron.

Corrí hacia mi madre ayudándole a ponerse de pie y alzando un poco del pastel que se podía salvar.

--Caleb detente!!--escuche a Franchesca decirle a un hombre de cabello negro y puntas doradas, vestía unos yin azules rasgados ,una camisa blanca sin mangas y una chaqueta de cuero negra, tenia un corte en la ceja y aros en su oreja derecha, cerca de su cuello y parte de espalda pude notar un tatuaje, se veía furioso por ser detenido.

Rápidamente tiro a un guardespaldo contra la pared fuertemente que sonó.

En dos segundos estuvo cerca de mi que nuestra narices se rozaban.
Di un paso atrás sorprendida de lo rápido que fue y olió él aire cerca de mi.

Una sonrisa malvada salio de sus labios, mientras abrazaba mi cintura--Mia!!--exclamo y mi noción se fue al carajo, todo se volvio oscuro. Pero antes de quedar incociente escuche gruñidos de lobos.