Resplandor

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Aquella luna desde un principio me cautivo ¿el que de ella? Pues el todo, era tan inmensa y sin embargo ese brillo no era apreciado como se debía por nadie, excepto por mí, o eso creía.

Mi extensa soledad contraída por los sentimientos que la luna esparcía en mí, yo era su confidente y la podía escuchar llorar a través del viento, aquellas veces donde estaba destrozada por el papel que tenía que hacer, y lo único que podía hacer era mover el mar como algún tipo de rabieta, o tal vez era el único lugar donde las personas podían verla tal cual era, así como yo lo hacía. En cualquier caso yo adoraba ir a el mar por la noche ahí sentía que la escuchaba mejor y aprendía más de ella, fue un día como ese en el que fui al mar, sabía perfectamente que era" luna nueva" y solo la escucharía débilmente, pero ni siquiera eso, no sabía que sucedía; pasaron los días y no hablo conmigo hasta la "luna llena" ella estaba más triste de lo usual y dijo que necesitaba que le hiciera un favor. Al parecer todo lo que tenía que hacer era caminar hacia la dirección que ella me indicara, y así lo hice, aunque no puedo negar que fue un poco difícil separarme tanto del mar, estaba un tanto triste por este hecho y aunque aquella que yo tanto apreciaba iba a mi lado me llenaba de nostalgia al pensar en el lugar en el que había crecido, me encontrada en ese estado cuando sucedió algo completamente inesperado para mí, había el brillo más grande que yo había visto en mi vida, incluso más grande que el de la misma luna, era la sonrisa de una chica, tan bella, radiante y enérgica como el sol, su piel era morena debido a el sol del desierto donde nos encontrábamos, sus ojos color miel y su cabello largo, rizado y rubio. Me dolió un poco admitir que había algo más hermoso que mi querida luna, pero lo comprendí aquello que la luna quería mostrarme era este brillo cegador, aquella felicidad de estar enamorada, después de todo la luna sabia como me sentía respecto a ella y busco tan lejos para que yo tuviera aquello que necesitaba. Fue así que de un momento a otro yo me encontraba observando a Sara.

Sara no solo no solo era lo más hermoso que haya visto, sino que también su forma de ser me impactaba, su voz sumamente dulce me hacía tranquilizarme al momento, su delicada sonrisa que me daba desde que hacia contacto visual conmigo era inconfundible, increíble y aun que fuera realmente tan tranquila ella encendía mi corazón y lograba quitarme ese ánimo de tristeza que tantos años se tardó en dejar en mi la luna. Yo amo recordar todo lo que me paso desde ese entonces.

-¡hola! tú debes ser Selene. Mucho gusto soy Sara la luna me ha contado mucho de ti, pero no pensé realmente me daría el placer de verte, en verdad le pedí tantas veces que me dijera en donde te encontrabas, pero jamás me quiso decir ¿has venido de lejos?-

-...hola... Sara- Sara dejo sacar una pequeña risita y una mirada comprensiva se alzó en su rostro

-supongo que ella no te conto de mi ni por qué habías hecho este viaje, debes de... sentir mucha confianza hacia la luna- parecía haber un rastro de dolor casi imperceptible en la cara de Sara, al parecer Selene no lo noto

-...soy su confidente- las únicas palabras de las cuales estaba segura Selene y aun así las dijo titubeante, no sabía realmente el que hacia enfrente de esa hermosa persona

-claro que se eso, pero ¿Qué es ella para ti?- Sara lo dijo con un sutil tono de ternura, como si supiera algo que estaba escondido para Selene, como si lo único que quisiera fuera que la mente de Selene comprendiera mejor sus lazos con los demás.

La pregunta dejo pensando a Selene, nunca se lo había planteado del todo, no sabía que responder, solo dejo que pasaran los segundos mientras miraba el vestido de Sara que se mecía con el viento de la tarde, Selene noto que Sara no pedía la respuesta solo la estaba dejando pensar, al parecer ella no iba a exigirle nada que Selene no le quisiera dar, Sara volvió a hablar pidiéndole con una mano que la acompañara, el sol estaba casi por ocultarse y el inclemente desierto las tomaría desprevenidas con su cruel frio si estas no se ocultaban de el

-a pesar de que he nacido aquí y toda mi vida mire fijamente hacia la luz del resplandeciente sol no lo note hasta hace poco, nadie puede ver directamente su luz y nadie puede escucharlo, nadie podía ver realmente el espléndido y cálido ser que se encontraba en él, todo esto me dejo maravillada, me hizo darme cuenta que más allá de las arenas del desierto el también alumbra y yo no he podido ver todo lo que allá se esconde, justo estaba por iniciar mi viaje cuando hable con alguien sumamente triste, a simple vista estaba en la misma situación que mi amado sol, pero no era así, estaba tan triste y al parecer su tristeza estaba dañando a una persona cercana, me conto algunas cosas sobre esa persona y de alguna forma termino siendo un sueño para mí el conocerla, después de esa platica le insistí que si me dejaba conocer a su persona especial, pero nunca contesto a mis suplicas y un buen día dejo de hablar conmigo, una semana después tu apareciste, la luna aun no habla conmigo y no entiendo por qué al final te trajo hasta mi- hubo un pequeño silencio mientras caminaban y Selene susurro

-yo se la razón- entraron a una extraña casa hecha con lo que parecía ser tela o eso pensó Selene en ese momento.

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⏰ Last updated: Nov 22, 2018 ⏰

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Tiempos de luna llenaWhere stories live. Discover now