- si hay ese lugar, solo debes decirle que estoy en el segundo mirador a donde me llevó la primera vez que salimos y a donde me volvió a llevar después, para tomar fotografías

- bien, ve; lleva tu móvil y quédate al pendiente de mi llamada; te avisaré en cuanto todo esté listo

Nicolás salió, aun debía recoger algunas cosas para que Max no tuviera que demorarse mucho en la ciudad; esperaba que el muchacho regresara con sus hermanos, antes de caer la noche y preferiblemente, que Nina fuera con él.

Un par de horas más tarde el móvil de Nicolás recibió una llamada, atendió luego de verificar

-¡hey Max! ¿Llegaste?

- ya estoy aquí, dime donde nos reunimos

- veme al lado de mi empresa, hay una cafetería con una enorme terraza; sillas en acero y mesas con parasol blanco; la verdad no recuerdo su nombre – algo más tarde Max se reunía con Nicolás en el lugar indicado

- bien, dijiste que necesitabas ayuda con algo

- es verdad; tengo casi todo lo que acordamos preparado para que lo lleves; pero antes de que estés de regreso, debes hacer un examen al guardaespaldas que contraté para Nina; como sabes, no podía dejarla sin protección después de los últimos acontecimientos

- estoy de acuerdo, aunque yo realmente esperaba que ella fuera conmigo, para protegerla y estar tranquilo

- lo sé, por eso pensé que tu debías conocer al chico, me lo recomendaron bastante, pero no soy un experto, aunque siempre he cuidado de mi sin problema; bueno, eso hasta los acontecimientos que me llevaron a conoceros

- Bien, ¿Dónde la encuentro en este momento? ¿Ella sabe que vine?

- no, pero supuse que al estar aquí la verías, realmente me asombró que no preguntaras por ella en cuanto nos vimos, pensé que lo de vosotros era importante

- lo es, pero no suelo ser evidente; pensaba en ir al lugar donde toma su curso, a esperar que tuviera el receso para comer

- creo que dejó el curso; al parecer lo ambiental le ha llamado la atención; el trabajo que hizo en Villa Loretta ha sido importante, probablemente le darán un premio por el – hizo una pausa para beber su expreso y luego continuó – dijo que iría a un lugar que tú le enseñaste la primera vez que salieron, el segundo lugar, que además es el más especial, según ella misma

- sé dónde es, si no te importa iré con ella; vuelvo contigo pronto para que me entregues los equipos

- suerte; te veo al rato, solo llama

Maximiliano subió a su auto y emprendió el camino al lugar donde besara por primera vez a Nina; los recuerdos lo golpearon y solo entonces, se permitió admitir lo mucho que la había extrañado, sonrió ante la expectativa de volver a verla

Aumentó la velocidad, al máximo permitido para salir pronto de la ciudad por el sur oeste, pero antes decidió que era hora de darle un nuevo obsequio, algo que la hiciera sentir especial, ninguna frivolidad ni tampoco una baratija, Nina no era como las otras chicas que había conocido, si deseaba impresionarla, debería darle algo que tuviera significado; buscó a un amigo a quien siempre le compraba pequeños aparatos de alta tecnología, era especialista en artículos de espionaje de muy buena calidad; encontró lo que quería y lo compró, un gasto que bien hubiera pagado casi la mitad de su Scrambler, pero valía la pena.

Cuando finalmente llegó al lugar donde vería a su chica, empezó a tener una sensación extraña, el hombre que estaba junto a ella, más bien a un par de metros viéndola trabajar, se veía de apariencia atlética, más o menos de su misma estatura y de cabello claro; se acercó y la escuchó a ella reír, al parecer, le había sentado muy bien su ausencia.

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