OPINIÓN PERSONAL

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MADRID ZOMBI, ALGO SIMPLEMENTE MAGNÍFICO

Dedicada al autor, Bruno Piqué y otros lectores que les ha gustado tanto como a mi.

Luego de terminar de leer/jugar el episodio 4 de Madrid Zombi 2, he tenido la urgente necesidad de plasmar todo lo que me ha hecho sentir; no solo ese episodio recién salido del horno; sino toda la obra en general. Aún estoy ansiosa, aun cargo ese sentimiento de enojo, tristeza, melancolía y felicidad mezclada que me dejó; es extraño, porque al mismo tiempo tengo un nudo en la garganta.

No soy una escritora profesional ni una lectora "come libros", leo cuando puedo, leo lo que quiero y lo que me gusta, he dejado muchos libros sin terminar al igual que historias escritas por mi sin continuar, así que todo lo que escribiré aquí es simple y sencillamente mi opinión, como un simple mortal que encontró alguna vez ésta obra por casualidad en un día de ocio. Cabe mencionar que todo esto está dedicado al autor y me complace que sea solo él el que lea mi opinión sincera y quizá, inmadura de su obra.

Madrid Zombi, en cuanto lo jugué/leí por primera vez me fascinó, me envolví en la historia y aunque no parece ser tan compleja y larga, es completamente exquisita, pero éste último episodio creo que ha sido el que más he amado y odiado al mismo tiempo, creo que hasta éste momento nunca había sentido nada igual mientras leía algo. El villano, simplemente lo odio, lo detesto, me hizo enojar, me hizo sentir frustrada... pero al mismo tiempo, aun siendo yo quien controla, quien juega siendo el personaje, simplemente estoy atada al autor, que es Bruno Piqué, yo tomó algunas decisiones, estoy completamente en la piel del personaje, pero a fin de cuentas es el autor quien me controla y al mismo tiempo, conforme leía el episodio, sentía que en realidad era "Víctor" –el villano- quien en realidad me controlaba –al personaje, dentro de la misma historia, de los acontecimientos-, eso realmente me molestó, pero no sé cómo explicarlo, al mismo tiempo me sentía maravillada por toda la situación.

Aunque los capítulos no son tan largos como pueden ser los de grandes novelas físicas, pasé por la piel de cada uno de los personajes más importantes. Pensé como una niña pequeña, como un Zombi con inteligencia y por supuesto, como el personaje principal, que yo misma controlo, pero mi incredulidad fue tal cuando el villano confrontó a mi yo real, ese momento no me aterró ni me lo tomé enserio y en su momento me dio gracia, pero ahora que analizo todos los detalles, es algo que me hace dudar completamente del desenlace.

Yo estoy jugando, yo controlo al personaje principal –en ocasiones-, pero lo veo lejano a mí, quisiera que hiciera algunas cosas diferentes, pero las opciones son limitadas y me frustro una vez más, pero no puedo abandonarlo, como si fuera un hijo, lo he seguido... eh estado con él desde que inició la historia y aunque ahora comprendo y sé que no soy el personaje principal, quiero acompañarlo y apoyarlo en lo que pueda –algo que no puedes hacer en ninguna novela-.

En el Madrid Zombi 2, episodio 4, me di cuenta de algo. Todos estaban encerrados en esa capilla, encerrados como ratas, siendo debilitados tanto física como emocionalmente por Víctor, poco a poco, algunos elegidos por él salían y en la desesperación, mostrando la cruda realidad y debilidad humana estos se unían a él y no los culpo ya que solo seguían a su más antiguo instinto que es sobrevivir, otros, los más débiles simplemente caían presos de la presión emocional y morían, algunos por accidente y otros suicidándose; ya en la recta final, de los pocos que quedaban a lado del personaje principal, siendo más fuertes que él mismo se sacrificaron por él –terminando muertos o no-; tal como el personaje principal lo dice, está condenado a vivir, algo en lo más profundo de su ser evita que muera una y otra y otra vez, por más cansado que éste, y no soy yo –el jugador y lector- quien evita eso, pero algo me queda claro, el personaje se va quedando solo, las personas que él ama van desapareciendo y yo, el lector, es el único que quedará a su lado. Sí él está condenado a vivir, yo estoy condenada a seguir leyendo sin poder hacer mucho al respecto.

Todo está planeado por el autor, solo él sabe lo que le depara a los personajes... a todos. Al principio, cuando uno comienza a jugarlo, cree que el controla al personaje, pero no, en realidad somos nosotros un personaje más con él único rol de observar y de vez en cuando, el Sr Bruno Piqué, nos da él honor de tomar ciertas decisiones, decisiones importantes es cierto, pero a fin de cuentas no lo suficiente para realmente robarle el control; más parece ser que incluso el autor es quien en realidad juega con nosotros; algo bastante cruel si lo pienso, pero magnífico.

Muero por leer y jugar el último episodio de Madrid Zombi 2, espero también, que una vez que finalice haya planes de una tercera entrega. Cual sea el desenlace, estoy satisfecha, soy una lectora y escritora aficionada, algún día quiero publicar mi propia novela y Madrid Zombi se añade a mi lista de obras de las cuales sacaré inspiración, inspiración referente a las sensaciones que quiero causar en mis futuros lectores; y quiero que éstos, se enojen, sonrían, se frustren y lloren como yo lo hice con esta sencilla, pero maravillosa historia.

Muchas gracias Sr. Bruno Piqué, por haber creado un universo –que aunque pueda parecer simple-, ha despertado en mí maravillosas emociones, apoyaré el trabajo, vale completamente esos 4 dólares para volverse patreon, me hubiese gustado ser un personaje y formar parte de los créditos antes de que saliera la segunda parte, y aunque ya es demasiado tarde para eso, quiero apoyar sinceramente su trabajo.

Puede que toda esta opinión sea una exageración, pero es mi más sincero sentir y necesitaba desahogar todo ese sentimiento que me envolvió luego de jugar el episodio 4.


MADRID ZOMBI, ALGO SIMPLEMENTE MAGNÍFICOWhere stories live. Discover now