Incienso Parte 2 (Extra 119)

Vuelta al presente

  Wei Wuxian despertó de su sueño. Su risa era tan fuerte que casi hace que se caiga del colchón, pero por fortuna el brazo de Lan Wangji lo sostenía alrededor de la cintura. Tan intensa fue su risa que al levantarse, la sacudida de su cuerpo despertó a Wangji de su sueño. Ambos se sentaron en la cama.
Lan Wangji agachó la cabeza, estiró una mano, presionó con sutileza su sien y dijo: "Justo ahora, yo.. ".

Wei Wuxian completó la oración: "No me digas, ¿acabas de tener un sueño en el que aparecía un tú de quince años, y conocía a un yo en sus veintes?".

"...". Lan Wangji lo miró y dijo: "El quemador de incienso".

Wei Wuxian asintió con la cabeza y dijo: "Creí que era yo el mas afectado por los restos del incienso antes de caer dormido. Quién diría que fuiste tu quien se vio mas afectado".

Esta vuelta, la situación había sido diferente a la vez pasada. El joven Lan Zhan que apareció en este sueño, había sido un Lan Zhan imaginado por el mismísimo Lan Wangji.

Los soñadores raramente son conscientes de que están soñando, por lo que el Lan Wangji dentro del sueño creía que en verdad tenía quince años. El sueño original había comenzado de forma seria. Luego de caminar y levantar al conejo blanco, se topó con Wei Wuxian, quien se había infiltrado en sus sueños.

Wei Wuxian dijo: "No puedo aguantarlo mas, Lan Zhan, sostenías el conejo entre tus brazos y no te animabas a soltarlo, temiendo que tu tío no te dejara criarlo, te amo tanto, ha ha ha ha ha ha ha".

Lan Wangji lo miró y sin poder hacer nada dijo: "...Todavía es de madrugada, tu risa va a molestar a los demás".

Wei Wuxian dijo: "¿Nuestra rutina nocturna sigue siendo demasiado corta?¿Por qué te levantas tan temprano? Deberías despertarte mas tarde, entonces te arrastraría al fondo de la casa para hacer cosas malas, y alimentaría al pequeño Lan Er Gege quinceañero con un poco de carne luego del período de ayunas, ha ha ha ha..."

Lan Wangji lo observa mientras rueda de la risa, sin decir nada. Una vez ambos yacían sentados hace un rato, de repente alcanzó a Wei Wuxian y lo sostuvo.

Ambos creyeron que luego de la segunda noche, el residuo del quemador de incienso iba a disiparse de una vez por todas. ¿Quién se hubiera imaginado que, la tercer noche, Wei Wuxian apareció dentro del sueño de Lan Wangji?.