Capítulo 29. Romina/Milla Flow

Zacznij od początku
                                    

—Milla, aquí la gente te quiere, eres la protegida de la Miss Olivia, tienes amigas, comida, un lugar cálido donde dormir, conmigo no sé cuándo tendrás todo esto.

—Pero no estás tú—repliqué de inmediato—No quiero estar sin ti. No me importa dormir en la calle con tal de tener a mi amigo cerca.

—Eres una testaruda—sacó una risa mientras se me acercó y me abrazó—. ¿Me prometes que si las cosas no salen bien regresas al orfanato?

—Te prometo que si las cosas no salen como tu cabecita loca planeó, vamos a buscar juntos una forma para salir adelante.

—Milla...— me miró con el ceño fruncido. —Eres una niña aún. No debes preocuparte por nada porque yo me encargaré de que tú siempre estés bien.

—Lo sé, siempre lo has hecho.—le llené la mejilla de besos—¿Vamos? La Miss Olivia puede aparecer y si me cacha...¡Uy, me mata!

—Vamos—me agarró de la mano y al instante hemos dirigido nuestras miradas hacia la vacía y oscurecida carretera, envuelta en un misterio digno de representar un nuevo comienzo.

—¿ A dónde?—cuestioné sintiendo una espina de inseguridad que recorrió todo mi cuerpo.

—Solo vamos...—suspiró largo mientras agarró más fuerte mi mano.



En el presente

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.


En el presente

—Han pasado cinco horas, ¿por qué no sale nadie para decirnos algo?—me levanté estresada, nerviosa y miedosa de la silla, deslizando por primera vez la vista de la puerta que separaba el pasillo de la sala de cirugía—¿Acaso nos quieren matar con un infarto?

—Es una cirugía bastante complicada—explicó Iker—Me avisaron que durará mucho tiempo—se levantó también depositando las manos en el bolsillo de su pantalón, mirándome atento cómo caminaba de un lado a otro.

—Hmm, sí—asentí con la cabeza, pero unos segundos después mi bipolaridad salió a la luz y empecé a ponerme una vez más molesta y sacada de onda. —Pero esto no justifica que no haya nadie que nos informe sobre lo que está pasando, ¡me van a oír, es inaceptable! Somos humanos, lo que implica sentimientos, así que podían salir un segundo para avisarnos, ¿no?— me encaminé furiosa hacia él.

—Yo también quiero saber qué está pasando, pero no pueden dejar la cirugía a medias para salir y decirnos algo—dijo Iker con una sonrisa cansada en su rostro. —Gracias por haberte quedado conmigo— añadió y contuve mi aliento.

—De nada— murmuré deslizando la mirada de él.

—Milla— susurró agarrando mi mano entre la de él y obligándome a mirarlo—. Perdón por lo de hace rato.

—No te disculpas, Iker, porque no pienso perdonarte— repliqué sincera y con un cierto sentimiento de dolor en mi pecho.

—Realmente lo siento—parecía cada vez menos satisfecho consigo mismo.

Te conozco x los zapatos ©®  Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz