EL ENCUENTRO

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Suena el despertador, con dificultad me estiró para apagar el reloj, son las 3:30. Me levanto y me preparo para salir a trabajar, llego como siempre media hora antes a la confitería. El día comienza como siempre, la misma rutina las mismas personas. De repente un señor se acerca a pedirme un café, y ahí lo vi, en la puerta que daba al pasillo de producción, no veía su rostro con claridad, el cliente me hablaba pero no podía entender lo que me decía, mis piernas se aflojan, empiezo a sentir miedo, empiezo a transpirar frío, hago fuerzas para entender al cliente, miro para los costados con la esperanza de que desaparezca, pero sigue ahí, asustado busco a mí encargado y le explicó lo que pasa, pero nada, no había nadie. Mí encargado me asegura que habrá sido algún compañero, pero yo se lo que vi y lo que sentí, mí cuerpo temblaba y no podía dejar de ver esa figura observándome, pedí a un compañero que me cubra y corri a encerrarme al baño. Siento que me vuelvo loco, miro debajo de la puerta y una sombra se acerca a la puerta, veo la sombra de sus pies. Pregunto quién es, pero no recibo respuesta, siento cada vez más miedo, siento una roca en mí estómago, mí pecho se sierra, estoy aturdido, siento que me vuelvo loco, trato de tranquilizarme pero no lo consigo, de pronto me golpean la puerta y doy un salto y contengo la respiración.

- Franco! Estás bien? Me pregunta mí encargado.

- No me siento bien, me quiero ir.

- Tengo miedo me quiero ir a mí casa.

- Miedo?, Dale volvé a tu puesto. Abrí la puerta.

- No puedo, tengo que irme, no voy a salir hasta que me dejes ir.

- Franco soy Carlos, salí tranquilo, hablemos y te dejo ir.

Carlos era mí jefe, no creo en lo que me dice, nunca me dejaría ir a mí casa.

- Mí encargado me pide que salga y lo hago con miedo, no puedo dejar de temblar.

Luego de súplica tras súplica me dejan ir a mí casa, me cambio y salgo de la confitería. Mientras que camino me sigo sintiendo raro, luego una nueva sensación de apoderó de mí, la paranoia. Sentía pasos detrás de mí y me daba vuelta y no había nadie. Apure el paso, pero sigo sintiendo la presencia, tomo el tren para volver ami casa. Y durante todo el viaje me sentía observado, varias veces vi esa figura en el reflejo de la ventana, aveces sentado a metros de mí y de pronto desaparecía. Mi viaje se volvió eterno, llegue a casa y  cerré todo con llave. Prendo toda la luz de la casa y prendí la tele para que allá algo de ruido. Entro a bañarme para tratar de tranquilizarme, luego de ducharme me acerco al  espejo y lo veo detrás de mí, me doy vuelta rápidamente y no había nadie estaba muy asustado, me vestí rápidamente y me acosté con la esperanza de poder dormir, pero no pude, el me persiguió incluso ahí.

Al día siguiente, fui al médico porque no podía seguir así, cuando le conté lo que me pasó me derivó al psicólogo, él pensaba que se trataba de un ataque de ansiedad.

Una semana después consigo turno con el psicólogo, esa semana fue bastante difícil, pesadillas, palpitaciones, la apariciones de esa sombra que me acosaba constantemente, al hablar con el psicólogo me dijo que eran ataques de ansiedad, pero yo no lo creía, sabía que alguien me seguia..........

En las Sombras Where stories live. Discover now