Capítulo 17: Si debo jugar también...

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—¿La dedujiste de tus conversaciones caninas con ese perro?

—No, Luca no es del tipo filosófico.

—Por supuesto que no, tonta de mí, creyendo que el perro podría soportarte cuando ni yo lo logro.

—Creo que las criaturas que más ladran son las que más creen tener su espíritu roto, pero irónicamente también son las más fuertes. Creo que demuestran su amor con mordidas, porque no sienten desconfianza sino que temor a herir a otro con lo rotas que piensan que están.

¿Y ahora además debía soportarlo mientras filosofaba? Cerré los ojos, conteniendo unas buenas maldiciones que habrían hecho sonreír a Loki con orgullo luego de todas las maldiciones que él les había gritado a los Dioses tiempo atrás. ¿Qué era peor que un guardián del tiempo loco? Un guardián del tiempo loco intentando encontrar la verdad existencial en un perro.

—Si me estás comparando con un perro...

—Diría que eres mas bien como un zorro —me interrumpió él—. Olvídate de esas tonterías sobre la astucia de un zorro. Todos creen que es un animal salvaje y feroz, pero en realidad son bastante domesticables y amables. Nada más que una falsa imagen, como tú o como Loki.

Bien, suficiente para mí. Me alejé, solo para que Robin lo compensara al acercarse. Oh, este no era un juego que planeara perder. ¿Deseaba jugar con el tira y afloja? No cedería de ningún modo, yo no huía o me daba por vencida. Excepto que un asesino me estuviera persiguiendo, claro... ¿Pero un brujo potencialmente demente y que cargaba toda la mercancía de una relojería consigo?

—¿Es mucho pedir que me dejes en paz? —pregunté.

—¿Si yo no estoy aquí para asegurarte que hoy no es el día que mueres entonces quién te lo diría?

—¿Sabes cuándo muero?

—Sé cuándo no mueres.

—Eso no tiene sentido.

—Tiene todo el sentido del mundo.

—No, no lo tiene.

—¿Lo dice la chica que cambia de apariencia cada día?

—¿Debo creer en la palabra de un brujo que no sabe ni dónde está parado?

—Pero sé cuándo.

—Y tampoco sabes lo que es el espacio personal.

—¿Lo dice una cambiaformas considerando la fama que tienen?

—No creas que no sé cómo nos ven los demás seres y no ignoraré todo lo que ya te he gritado solo para que un brujo cumpla con su fantasía de acostarse con Megan Fox, o en tu caso con María Antonieta —dije y Robin se alejó con sorpresa.

—¿Tú también la conociste? Esa chica era tan histérica. Y caprichosa. Ni siquiera entiendo cómo tú podrías haber durado un segundo en su presencia. ¿Y quién se supone que es Megan Fox?

Cerré mis ojos y golpee mi cabeza contra el muro detrás de mí. Esto era absurdo. De hecho, la palabra absurdo no comenzaba a explicarlo del todo. ¿Además de su locura debía sumarle esto? ¿Por qué demonios las cosas no estaban en buen orden dentro de su cabeza? Ah, cierto, guardián del tiempo. ¡De todos modos! ¿Y en qué maldita mente entraba que yo hubiera conocido a María Antonieta? Si esa chica había sido como tenía entendido entonces habríamos tenido unas buenas noches de fiesta de haberla conocido, aunque dudaba que contara si en vez de estudiar los textos de la escuela había visto la película de Sofía Coppola.

—Por favor dime que no ligaste con María Antonieta.

—¿Enloqueciste? ¡Todavía no estoy tan mal de la cabeza como para eso!

Ni lo pienses (Trilogía Nina Loksonn #1)Where stories live. Discover now