I

23 3 2
                                    

Aviso:

Los pensamientos los pondré con esta letra: Pensamientos

Las acciones o cosas importantes con esta: Acciones o cosas importantes

- Bueno, con eso puesto, comencemos con el capítulo 1 :3

---------------

Varias gotas se derramaban con velocidad por el lienzo de mi pálida frente. Los mechones castaños que rebotaban al correr eran como amortiguadores de un automóvil viejo.

Apenas lograba tener un panel de visión claro,estaba muy cansado. Sentía como mis pies estaban hinchados, mis mejillas ardían en un rojo intenso por el calor y mis piernas temblaban ante el exhausto esfuerzo. 

- ¡Dejarme en paz!, ¡Ayuda! - Grité

Mis esperanzas eran cada vez más pequeñas, casi desaparecían. Me volteé y miré a la gran bestia, sus dientes afilados con sangre, sus garras gruesas y que podían desgarrarme en cualquier momento. A su lado había un pequeño animal, era un perro blanco bastante pequeño....

¿Por qué me suena?

Mis pies avanzaron por si solos hasta esa gran bestia, el miedo me rodeaba y me gobernaba... 

¿Por qué hacía esto?, ¿Por qué quiero salvar a ese pequeño animal?

Sentí un dolor en mi cabeza, algo punzante se clavaba dentro de mí. Entonces lo recordé, recordé todo... Absolutamente todo...

Corrí por el pequeño animal; Yuki....

La bestia me atrapó con sus grandes garras... Me acercó a su hocico, un aroma a sangre y naturaleza fue detectado por mi nariz. La bestia paso su lengua por su boca, concluyendo de que yo era su próxima comida. 

Noté como me clavaba una garra dentro de mi costado, me estremecí por el dolor, cerrando mis ojos con fuerza mientras abrazaba al pequeño animal. Mi corazón se aceleraba cada instante, era como si estuviera bailando. Pero... más que bailar estaba asustado. La cara de la bestia estaba a unos milímetros de mí, sentía su respiración húmeda, me miraba con deseo. Sólo me veía como su próximo aperitivo.

El ruido de pisar unas ramas rotas hizo que la bestia pusiera sus cinco sentidos en otra cosa que no fuera su próximo aperitivo. 

Detrás de unos árboles salió una chica con un arco, su pelo estaba trenzado, sus ojos eran azules claros y tenía una tez pálida. Era hermosa... 

La chica se plantó en frente de la bestia sin ningún miedo, y apuntó su flecha hacía la garra del animal, la misma garra por donde me había capturado. 

En unos segundos estaba libre.

¿Cómo?, ¿Pero si es una simple flecha?...

Miré a la chica, ella guardó el arco y lo colocó en su espalda, me miró y me dirigió una mueca de asco, para después tirarme una mochila negra con olor a animales muertos.

- ¡Corre!- Gritó ella sin piedad y empezó a escapar.

Yo no me impuse ante la idea, mi cansancio seguía... pero... La bestia nos podía seguir en cualquier momento, cuando dejara de preocuparse por una flecha clavada en su garra. 
El dolor punzante en mi costado hacía que mis pasos fueran más lentos que los de la chica...  Sentía como mi corazón palpitaba a toda velocidad,  mientras que un líquido rojizo manchaba mi camisa blanca...
Naturaleza y blanco nunca encajaron.

El miedo hacía que tuviera energía para seguir corriendo, seguía agarrando al pequeño perro en mis brazos, mi respiración agitada, mis quejidos por el cansancio y el dolor... y el sonido de mis pies rompiendo las ramas llenaban ese silencio tan pacifico que había no mucho más antes...

La chica se movía con agilidad, y se paró en mitad del bosque, para después... tocar una especie de ¿barrera?

- Continuará

↓Dark Powers°↑Where stories live. Discover now