Capítulo 1

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Abro mis ojos, intento acomodarme, sin recordar exactamente donde estoy así que pateo el asiento delante de mí.

—Tú hija ya despertó— anuncia mi hermano.

—¿Dormiste bien?— preguntó mi padre.

—Con esos ronquidos, ¿me pregunto, si alguien puede dormir mal roncando así? tuve una experiencia casi religiosa hasta que mis súplicas fueron escuchadas y despertó— con fuerza e intencionalmente vuelvo a patear el asiento del copiloto—Dile a tu hija que madure.

Veo como niega— Mas te vale que no hayas dejado la marca de tu zapato en el asiento, y será mejor que si lo hiciste lo limpies antes de que lo vea— dice papá divertido, suelto un bufido y regreso a ver por la ventana.

El ambiente se tiñe de un color azulado, ese color que toma antes de que amanezca, observo por la ventana viendo los pinos y cedros pasar, nunca habría imaginado que después de cinco años regresaría a mi pueblo natal.

De a poco el panorama va cambiando, los pinos pasan a ser casas, al poco rato papá llega al estacionamiento de lo que sería en antaño nuestra casa.

—Llegamos— anuncia papá.

—Qué bueno, ya no sentía mi pierna izquierda—bajamos del auto, camino un poco para admirar la nueva casa y quedo parada junto a Heyden, esto no es para nada la casa que recordaba.

—Nos costó mucho remodelarla con su madre, pero al final quedó tal y como ella deseaba, ahora será un hogar— sin decir mucho más los tres comenzamos a bajar nuestras maletas, encaminándonos a la casa.

La casa era sin duda alucinante, la fachada de estilo oriental de dos pisos muy concordante con el estilo de papá, por dentro un concepto abierto de sala comedor y cocina de aspecto limpio y claro pintado de blanco, un estilo nórdico y con una pared llena de repisas para ser llenadas con libros de todos, creo que no alcanzará el espacio, a un lado las escaleras y para poder salir al jardín unas puertas francesas.

—Sus cuartos están arriba— Heyden y yo nos miramos para después salir corriendo piso arriba, igual que cuando éramos niños— Derecha Heyden, de frente Aura— escuchamos a papá gritar y reír, sus bebes aún no maduran.

Abrí la puerta, me quedé anonadada, justo en la pared trasera a la puerta se hallaba una escena de los árboles de cerezo florecidos de Japón, la pared de color gris durazno claro, pegada a la derecha la cama y a la izquierda el escritorio con algunas repisas finalmente a mi espalda el armario, perfecto.

—Nada mal, pero el mío es mejor— fui a ver el cuarto de Heyden, era idéntico al mío, solo que en lugar de la escena de flores de cerezo tenía vigas negras de un puente, y sus paredes eran blancas— Te lo dije— así pues, evocando toda mi madures, le saque la lengua y me fui a desempacar, escuche la risa de Heyden.

...

Aproximadamente dos días más tarde, todos estábamos en nuestro domingo de flojera, Heyden se encontraba en el sofá junto a mi acostado leyendo It mientras yo sostenía un ejemplar de El código Da Vinci, papá preparaba la cena.

—¿Todo listo para mañana?— preguntó papá desde la cocina.

—Todo listo— afirmé, papá se quedó en silencio esperando respuesta de Heyden, pero parecía tan ensimismado en la lectura que no parecía poner atención a su entorno, así que le di una ligera patada para que reaccionara.

—Sí— y volvió a la lectura.

—Vengan a la mesa, vamos a cenar— escuchamos el golpe de los platos y ambos nos encaminamos a la mesa— espero que este par de mellizos no me den problemas este año.

—¿Nosotros? —los mellizos nos miramos con una sonrisa— ¿problemas? — ambos regresamos a ver a papá, tenía un gesto divertido.

—Se los advierto, no saldré del hospital por que uno de mis hijos rompió el lavabo del baño de hombres gritando ''enemigos del heredero temed pues he abierto la cámara de os secretos'', hijo no se que tan solo te sentías.

—Ah por favor tenía ocho años— Heyden hizo un puchero.

—Solo vergüenzas contigo— me reí.

—O que mi hija, se metió al armario del conserje, se quedó dormida y después de alertar a toda la población estudiantil sobre un posible secuestrador pedófilo, apareció cuatro horas después alegando que Aslan la llamaba, y ¿qué le dijo al director?.

—En Narnia yo era una reina— finalizó Heyden.

—Dios, olvidemos ese capítulo de mi vida.

—Aún me pregunto por qué los dejamos ver esas películas— ambos íbamos a decir algo pero papá nos detuvo—están advertidos— dijo en tono amenazante mientras nos observaba.

—Sí papá— dijimos al unísono.

—Heyden mañana tú conducirás, no queremos otro incidente con Aura al volante— papá arqueó una ceja, Heyden rió y yo solté un bufido.

—Solo vergüenzas contigo— abrió la boca mi hermano.

—Bueno, ya que nos reímos de Aura, nos vemos en la mañana— papá se despidió de ambos y subió a su habitación.

Heyden igual que siempre recogió los platos y fue a lavarlos, subí a mi habitación y me acosté en la cama, ya que era domingo de flojera ni siquiera me cambié de ropa.

Después de tener dos que tres crisis existenciales y poner la alarma, me quedé dormida.

Bueno mis cositas hermosas aquí les dejo el primer capitulo de lo que sera mi nuevo proyecto, tendremos un poco de todo, que opinan espero me digan, si lo hacen Aslan los llamará, esta bien no, pero soy feliz de comenzar a publicarla, no vemos en el capítulo dos que subiré sin falta cada semana o cada dos cuando mucho, perdónenme los errores porfiiii. 

Los ama Mercy.

PD: No me acusen de acoso pero los amo, ahora si adiós 

InfernoWhere stories live. Discover now