Capítulo 13. ¡Ahora sí, te mato!

Start from the beginning
                                    

—Es que...— tartamudeó—, ya no hay nada que hacer. Cada día le dio más y más trabajo y pues...tiene todo listo. — susurró.

—¿Todo lo que incluye la próxima semana?

—Todo lo que incluye este mes.

Maldecí por mis adentros mientras volví a mirarla. Demonios, tenía una sonrisa de mil infiernos juntos.

—Mándala a la contabilidad— hablé pensativo. —Quiero ver los porcentajes de la cantidad vendida y retirada de este año comparativamente con el año pasado — sacó una carcajada mientras tocó el hombro de Emir y sentí cómo mi sangre empezó a hervir. —Qué sean los últimos cinco años. ¡Ahora!

Me encerré en mi oficina molesto. Era viernes, las tres de la tarde y de seguro el trabajo que le di no iba a acabarlo hasta las ocho, tal vez nueve de la noche. Mis pensamientos se alejaron en cuanto escuché el portazo que provenía de su oficina, al parecer ya se había enterado del nuevo trabajo que le correspondía.

Saqué mi teléfono para sacarle el modo silencioso cuando noté diez llamadas perdidas de Antonella. Bufé exasperado mientras presionaba su número marcándola.

Hasta que por fin decides hablar.— espetó con esa voz que tanto irritaba mi tímpano.

—Al grano.

—¿Me extrañaste?

—Pasaría mi auto sobre ti.

¿No te gusta hablar conmigo?

—No contesto preguntas retóricas.

¿Pensaste en lo que te dije al inicio de la semana?

—Sí— hice una pausa. —Más te vale firmar ese papel.

—Iker, por favor, piensa en nosotros dos... No puedes mandarlo todo a la mierda. Es una buena oportunidad para que tengamos una vida. Una vida como tú siempre soñaste con tener. ¿No crees que sería lo mejor?

—Una vez más, retórica.— colgué y tiré mi teléfono sobre el escritorio.

Cerré los ojos por unos segundos, después del cual me fijé en mi portátil. Tenía un montón de correos por contestar, pero había algo que me acaparó la atención. Un correo que mi asistente personal número dos le envió a su amiga y, gracias a los cambios que hice hace ahora, me llegaba y a mí.

Lo abrí y fruncí el ceño. Esa mujer realmente me odiaba desde el fondo de su ser. Me odiaba pero al parecer me consideraba guapo. Ni quién culparla. Me quedé pensando por unos minutos y decidí enviarle un correo. Tal vez, por lo encabronada que se encontraba, no notará que mi correo aparece también allá y pensará que es un simple mensaje de su amiga.

Asunto: MUJERIEGO COMEMIERDA CON AIRES DE DIVAS. DÍA CINCO DE LA SERIE INFIERNO AL LADO DE SINCLAIR.

Texto: Dudo que sea tan malo. Recuerda que he trabajado con él durante los últimos dos años.
Por lo menos tienes parte de unos buenos revolcones.

Atte.: tu mejor amiga,
La que debe lidiar con tu mal genio.

Borré mi nombre, el título y la empresa que normalmente aparecían antes de mandarle el correo y, luego de haberme asegurado de que cada detalle estaba en orden, se lo envié.

Me acomodé en mi silla esperando su respuesta.
No había nada que pudiera adelantarme, nada que no fuera su amiga que la marcara en ese instante. Ojalá no se encuentre conectada.

Asunto: MUJERIEGO COMEMIERDA CON AIRES DE DIVAS. DÍA CINCO DE LA SERIE INFIERNO AL LADO DE SINCLAIR.

Texto: El que folla de puta madre no lo saca del título de capullo del año. ¿Del lado de quién estás? ¡¡Este pervertido está abusando de mi coño!

Te conozco x los zapatos ©®  Where stories live. Discover now