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— Gracias por el regalo. —emitió una vez que se sentaron en el sillón a ver un rato de tele, después de cenar. — ¡No era necesario que te molestes!

— ¡Me gusta mimarte! —exclamo acariciando la mejilla de Keila y con suavidad unió sus labios.

Definitivamente la charla que había tenido con las chicas, estímulo sus hormonas y el verlo sonriendo en su sillón con la indumentaria de River la hacía llevar su mente a otro nivel.

— ¿En que pensas? —pregunto abrazándola.

— ¡En lo lindo que te queda la ropa de River! —exclamo capturando sus labios con rapidez, a medida que pasaba del sillón en donde se encontraba a las piernas del jugador. — ¡Y en lo hermoso que sos! —emitía dando besos desde los labios del jugador marcando un sendero por su cuello.

— ¿Kei? —llamo la atención. — ¿Mmm? —emitió ella sin dejar de besar el tatuaje que tenía en el cuello y dejando al descubierto el anclita que tenía ella. Gonzalo estaba tenso tenía miedo de ir más allá y equivocarse.

— ¿Hasta cuándo me vas a tener en penitencia? —susurro sobre su oído mientras mordía el lóbulo de su oreja.  Tomó las manos de Gonzalo y las puso en su cintura, sin que el quisiera sus manos acariciaban la cintura y/o columna de Keila quien estaba se exitaba cada vez más con el tacto sobre su piel. — ¿Gonza, que te pasa? Pregunto parando al ver que el jugador no estaba disfrutando. Estaba tenso y por más que correspondía a las acciones de la joven no lo estaba disfrutando.

— ¡No creas que no quiero! —se defendió pero aún así no despegó las manos de su cintura. — ¡Pero quiero que vos estés lista!

— ¡Estoy encima tuyo, dando besos en tus puntos débiles! —exclamo con una sonrisa y dando un saltito sobre el provocando un pequeño gemido de parte del jugador. — ¿Y pensas que no estoy lista? ¡Déjate llevar Gonza! —aconsejo y comenzó nuevamente a besar sus labios con lujuria, pasando por su oreja y cuello, mientras que sus dedos estaban por debajo de la camiseta de River a la vez que las manos de Gonzalo acariciaban su cintura.

Con suavidad retiro la blusa del torso de Keila, dejando a la vista su sostén blanco que apretaba sus pechos contra su anatomía.

— ¡Lo que me calentas con la ropa de River! —exclamo en el oído del jugador haciendo que vuele más allá de todos sus sentidos. — ¡Pero en este momento me estorba! —tomo entre sus dedos la camiseta número veintinueve y la retiro con suavidad para dejar besos por tu su cuello y su cuerpo descubierto.

Gonzalo, quién ahora sí estaba disfrutando comenzaba a susurrar el nombre de Keila en pequeños gemidos cada vez que la morocha tocaba sus puntos débiles. Salió de encima de él sin dejar de mirarlo y desabrochó su sostén para tirarlo a un lado del sillón, mientras que sus pechos quedaban en libertad y Gonzalo no le sacaba la vista de encima. Tomó su mano e hizo que jugará con ellos por un momento mientras el defensor daba pequeños besos sobre su abdomen, las manos de Gonzalo se hacían un festín con el cuerpo de Keila y a ella le gustaba, empujó al jugador hacia el sillón y uso sus manos para deshacerse de su short de dormir y también de su tanga blanca quedando completamente desnuda ante el, una sonrisa pícara se dibujó en el rostro de Gonzalo, Keila tomó el pantalón de entrenamiento de Gonzalo y también se deshizo de el dejándolo solo en bóxer, el cual se dedicó a masajear antes de tirarlo por algún lado de la sala.

— Mhg Kei-la. —gemía Gonzalo mientras ella acariciaba su parte íntima por sobre la tela. Sin pensarlo dos veces metió su delicada mano dentro del bóxer del jugador apretando con fuerza su miembro y sacándolo a la intérprete mientras lo masajeaba. —ahg si. —la voz de ronca de Gonzalo en cada acción que realizaba su novia la exitaba aún más.

— Haceme tuya, Gonzalo. —menciono con lujuria y necesidad en su oido dejando que el jugador tome las riendas, en un ágil movimiento la dejo abajo, manejando el la situación, con suavidad y sutileza se adentro a ella, mientras la escuchaba gemir su nombre y decir una que otra palabra que solo calentaba más las situación, aumento la velocidad de las embestidas, pero aún así seguía siendo tierno.

Hasta haciendo el amor era tierno, trataba de que ella no esté incómoda en ningún momento y que disfrutará tal como lo estaba haciendo el.

Keila ahogó un grito a la vez, que sus paredes se contraían a medida que su orgasmo llegaba a la cima, segundos después era él quien acababa, mientras largaba un suspiro y caía rendido al costado de Keila.

— ¿Y fue solo sexo?  —pregunto poniéndose la camiseta del jugador y abrazando su cuerpo desnudo a la vez que entrelazaba sus piernas con la de el

Claramente que no fue solo sexo, para ella ni mucho menos para el, en un acto tan frío como el sexo, ellos habían conseguido transmitirse el uno al otro todo lo que sentían y no sabían cómo decirlo, Gonzalo sonrió y besos sus labios con delicadeza.

— ¡No! —respondió con una sonrisa. — Voy a decir algo que tal vez te sonroje. —acaricio su mejilla. — Es la primera vez, en la no fue un garche, esta vez fue hacer el amor y fue muy diferente. —tal como lo esperaba, Keila se puso roja y se escondió en su pecho. — ¡Te quiero, Keila! 

Levantó su rostro para que conectará su mirada con el. — ¡Yo también te quiero, Gonza! —dejo un beso suave y tierno en sus labios a la vez que el sonreía y disipaba todas sus dudas, Gonzalo Montiel no estaba con ella solo por qué quería sexo, si no porque realmente la quería.







Y si un día le tenías que ver la cara a Dios, querido.(? Perdón por el smut, pero bueno los nenes tenían que garchar. Espero que el es guste, se vienen cosas interesantes 💁

Con esto inicio la semana termo y me despido hasta el domingo. 💆💁

| 29 | Gonzalo Montiel.Where stories live. Discover now