Parte Única

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Un fresco aire matutino de fines de verano acaricio mi cuerpo suavemente en cuanto abrí la puerta principal de mi edificio. Tras cerrarla, terminé de acomodarme la mochila en mi espalda, para comenzar la ya conocida caminata a la parada del bus.

Hoy seria el comienzo de mi ultimo año escolar, y no podía estar mas feliz por ello. Fuera de que ya no podría dormir hasta el medio día, estaba muy contenta de poder pronto terminar mis estudios secundarios, sabia que probablemente seria un año difícil, pero estaba ansiosa por descubrir cuanto.

La caminata era la misma de siempre, por lo que un poco de nostalgia llenó mi alma. Hasta pude saludar a un par de vecinos que no había visto en todo el verano, ya que me había pasado el verano junto a la familia de su padre en la costa este del país. 

Al poco tiempo llegue a la solitaria parada de ómnibus, y me senté en los asientos para allí esperar mi transporte. La pantalla indicaba que tardaría un par de minutos mas de lo esperado, por lo que saque mi celular para poder escuchar un par de canciones en la espera. Inmediatamente, puse a mi reproductor de canciones en modo aleatorio y espere a que el ambiente por si solo. 

Mi corazón se agito ante la reproducción de una de mis canciones de EXO favoritas. Peter Pan estaba sonando a todo volumen en mis auriculares, y eso sin duda lo tenia que exteriorizar.

Comencé a sonreír ampliamente y a moverme de lado a lado. Sin duda, la persona que pasara por allí en este momento pensaría que soy una loca, aunque no lo culparía, creo que lo soy.

Sonreí aun mas amplio ante mis pensamiento y me tome el tiempo para poder suspirar. No había sido un verano fácil, y tener un momento a solas con mi música podría llegar a ser lo mas relajante  de los últimos tres meses.

Sentí que la canción estaba por terminar, por lo que inmediatamente saque el celular del bolsillo de mi uniforme y puse nuevamente la aplicación. Ya en ella, puse a Peter Pan en reproducción infinita. No podía dejar que este sentimiento se me escapara.

Así pasaron un par de minutos, hasta que un par de señoras mayores llegaron a la parada y comenzaron a cuchichear entre ellas. Mi "ambiente" había desaparecido, por lo que decidí volver a poner la opción "reproduccion aleatoria".

Y justo en el momento en que una nueva canción era reproducida en mi celular, vi como el ómnibus que debía de tomar se acercaba a la parada.

Ingresé por las puertas del ómnibus sin vacilar, pague con mi tarjeta y me fui a sentar en uno de los últimos asientos.

La ultima nota de la canción sonó en cuanto el ómnibus aterrizo en una nueva parada, y se sintió tanto el frenazo repentino que tuvo que hacer el conductor, que mis auriculares salieron volando de mis oídos. Solo me encorve en el asiento para poder agarrarlos, cuando de repente siento la presencia de alguien a mi lado.

Me vuelvo a sentar correctamente en mi asiento, pero me volteo un poco para poder saber la identidad de la persona. El shook fue inmediato.

Un chico al cual le brillaba la piel. Okey, esto es nuevo.

El "Edward Coreano" que se encontraba a mi lado, no tenia nada que envidiarle al mismísimo Robert Pattinson en persona. Su lechosa piel brillaba ante el maligno ataque de los rayos UV, su quijada de punta de triangulo parecía poder trabajar de cuchillo en una fiambreria y cada componente de su rostro parecía estar categóricamente puesto para dar cierta ternura y un extraño sentimiento de misterio a al vez. 

El chico parecía inmerso en su mundo, hasta que noto mi fija mirada en su rostro y se volteo a verme. No me agarro tan desprevenida, pero él no debe de pensar lo mismo. Ya que mi cabello negro estaba todo desordenado debido al movimiento que hice para poder alcanzar mis auriculares, y mi cara de sorpresa al notar su belleza debería de ser un gran poema. Aunque de alguna manera aquello no me avergonozó. 

Seatmates ↬ H. RenJunWhere stories live. Discover now