Única parte.

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El césped ya no era tan duro como lo recordaba, más bien se sentía ligero, como si no estuviese sentado en nada, quizás como si fuera en una nube. Una nube esponjosa.

El humo perseguía a su dueño como sombra tras este; fugaz, suave.
Iba pasando de mano en mano y a penas duraba unos segundos en posesión de alguno de ellos. Mejor dicho, de boca en boca. Todos en aquel círculo debían pasarlo rápido pues si no aquel juego no tendría sentido. La ambulancia debía ir rápido. Poco tiempo en la boca, una gran calada y retenerlo el tiempo justo. Rápido pero eficaz para colocarse.

Una sensación de ardor al aspirar pero suaves cosquillas en el estómago, como si unos duendecillos bailasen en tu interior.

Louis debía de estar ahí desde hacía ya un par de horas, y en un sitio como ese, el cual era solo para reunirse y fumar, estaba claro que ese porro no era el primero. Ni el último.
Se echó hacia atrás todo lo que le fuese posible pues había un pecho para evitar que cayese sentado, no sería la primera vez fumado que le pasaba.
Harry tenía sus brazos rodeando su cintura y sus piernas alrededor de él como una gran muralla.

Seguramente que Harry iría igual o peor que él, le encantaba cuando se ponían así. Le encantaba más el cómo terminaban.

El más pequeño de ellos besaba su cuello de vez en cuando, lo que hacía que su piel reaccionara al momento erizándose, le encantaba jugar con la resistencia de Lou.
Mientras él fumaba, el rizado apoyó su cabeza en el hombro del otro y esperó. Para los demás esto no era nada nuevo, hasta Zayn y Liam ya habían apostado que la parejita no tardaría mucho en irse para hacer lo suyo.

Después de pasar el porro al siguiente, Louis giró un poco el cuello y seguidamente sintió como su boca era sellada con otra esperando el humo. Tenía una mano de Harry en la mejilla sujetándole y otra en su culo y cuando sintió el humo en su boca se separó rompiendo el beso para expulsar lentamente el humo al ojiazul en el rostro. Y Dios, juraría haber sentido una punzada en su entrepierna cuando este abrió los ojos y estos estaban rojos, como si hubiese estado llorando por horas, con la pupila más dilatada de lo normal. Seguidamente atacó su boca y se convirtió rápidamente en una mezcla de lenguas, mordiscos por parte de los dos y saliva. A todo esto estaba Louis, que tenía la costumbre de agarrarse a los bíceps de Harry y arañarlos cuando comenzaba a excitarse, lo que provocaba que Harry se excitase el doble.

Cuando se separaron Louis parecía ya follado y solo se habían besado. Flequillo pegado a la frente, labios rojos e hinchados y su respiración era rápida. Y si bajabas aún más la mirada de esa bonita cara podías ver un bulto en sus pantalones. Entonces Harry tomó la iniciativa y pensó lo mejor para los dos: irse a la casa de su novio.

—Lou coge tu parte y vámonos, voy a follarte.— dictaminó susurrando en su oído. Su aliento caliente y sus palabras lentas lo aturdieron, su voz más grave de lo habitual hizo temblar sus piernas.

Acto seguido Harry se levantó y ayudó al más bajito a hacerlo también, se posicionó detrás de él con ambos brazos rodeando su cintura.

—Chi-chicos, esto... Harry y yo nos vamos ya.—El temblor de sus piernas no ayudaba junto con lo mareado que se sentía.— Cree que ya he fumado suficiente, —sentir la polla del rizado clavándose en su culo tampoco.— ¿Zayn me guardas mi parte y mañana paso a buscarla?

—Claro Lou.—Liam y él reían y ahora Niall les debía 5 dólares a cada uno.—¡Disfrutad eh! ¡Y no me lo maltrates mucho Hazz que siempre me viene con marcas raras!

Que a Louis le gustaba que lo ahorcasen durante el sexo era un secreto a gritos, siempre adornaba una bonita marca en su cuello con la forma de los gruesos dedos de Harry. Aunque pensándolo bien no es que le gustase, es que lo necesitaba.

Oh Mery Jane! (L.S)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt