Después de gran noche la cual Ruther me mostró sus nuevos movimientos encantadores en la cama, me levanté primero que él, salí de la habitación sin hacer ningún ruido, pero él se dio cuenta rápidamente alcanzo mi paso y me llamó
- hey, no te vayas sin avisar, tenia algo importante que decirte. - Dijo con una sonrisa en su rostro.
- pues es hora, dime en que te puedo servir? - Respondí con cara de sueño y cansancio, llevaba mis zapatos en la mano, y mi cabello estaba un poco desarreglado, pero en ese momento no me importaba nada.
- no sólo quiero que seas mía por algunas noches, sabes que tú me gustas.
- ay, Ruther, siempre te he dicho que no busco nada serio.
Con cara decepcionante me respondió - deberías intentarlo, puede que dure, igual no sé porqué eres así, deberías dejar de ser una zorra.
- zorra la cual estas enamorado - Respondía mientras me daba vuelta y salía de la casa.
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Eran las 8:00 am cuando llegue a mi casa después de conducir un largo rato, no alcance ni a subir las escaleras cuando me di cuenta ya estaba tirada en medio de la sala, arriba de esa alfombra tan suave sentía que podía dormir por días allí. Lastimosamente escuché un "Ding Dong" alguien llamaba a la puerta, como pude llegue a la puerta la abrí y era Paul.
- gran momento para llegar, me has espantado el sueño. - respondí con voz seria.
- Sólo venia a ver si tu cadera no estaba fracturada o algo así, escuché que fuiste a la casa de Ruther - Con ganas de que mi puño estuviese en su gran rostro.
- él único que me parte todo eres tu, bebé, tratando de ser un dios, pero ni a diablo llegas. - Noto que mientras decía eso mi cara estaba a punto de estallar, no aguantaba la risa.
- lo se - Cambió rápido de tema y continuó hablando. - Vamos a salir hoy, o quieres quedarte aquí sola.
- me quedaría con compañía, porque sola me aburro - Le respondí con puchero.
- deja de estar bromeando y ve a darte una ducha yo te espero.
Paul es mi mejor amigo por eso nunca me atrevería a tener Sexo con él, y gracias a dios el nunca me había pedido hacer eso, así que no había de que preocuparme, el es la única persona que no me querría en su cama eso pienso.
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Ya estaba lista para salir con Paul no quería conducir así que le di las llaves del coche para que el lo hiciera, en ningún momento se negó y eso era mas relajante para mi.
Me abrió la puerta del copiloto y el se dirigió hacia el asiento del piloto.
Le pregunté con una risa - para dónde vamos, si es que puedo saber.
Él sin apartar la mirada del camino me respondió - Sólo vamos a comer, te veo con hambre.
Pensar que tenía un mejor amigo tan tierno me asombraba.
