Capítulo 2

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1778. Casa de Jacob Sinclair. Cambridge. Gran Bretaña.

Thomas abre los ojos con la primera luz de la mañana. Es su nuevo despertador durante el verano en Cambridge. Por un momento piensa que está de vuelta en su habitación, pero gira la cabeza y se encuentra con la lámpara de aceite en el velador. El peso de esta nueva realidad vuelve a su mente.

Ha sido prácticamente un esfuerzo físico ocultar su identidad durante estos meses. Después que fue acogido por el doctor Jacob Sinclair y su familia, trató de pensar en una solución, aunque en vano.

Se levanta, vierte agua en la fuente de cerámica que está sobre un mueble y se lava la cara. No tiene un espejo a la mano, pero sabe cuál es su aspecto: cansado y sin esperanzas.

Entró en este mundo de manera inesperada y aunque ha hecho esfuerzos para adaptarse, no puede evitar sentirse triste. Extraña sus amigos e incluso a su padre, con quien no tenía la mejor de las relaciones. Ahora daría todo por tenerlo frente a él y discutir sobre cualquier cosa.

Se viste y baja a desayunar. Ahí lo reciben los tres pequeños de Jacob y Henrietta, quien perfectamente podría ser su hija mayor.

-Buenos días, señor Huxley, ¿amaneció mejor?- le pregunta ella.

-Sí, señora Sinclair. Le agradezco mucho a su marido y a usted, aunque me avergüenza seguir molestando después de tantos meses.

-No es ninguna molestia, mi querido amigo- dice Jacob que viene entrando a la cocina- Espero que te sientas mejor hoy día.

-La jaqueca desapareció milagrosamente. Y ahora, si me disculpan, tengo que ir al College- asegura Thomas y se despide de la familia Sinclair.

Cuando llega a la universidad, varios de los estudiantes lo quedan mirando. Thomas Huxley es una celebridad en Cambridge por su desconocido pasado y grandes conocimientos. Sabe mucho de botánica, matemáticas, física y química. Aunque para algunos, es sospechoso y piensan que es un espía de Francia que viene a robar los secretos de las mentes más brillantes de Inglaterra.

Además, no usa peluca (símbolo de la distinción en el siglo XVIII) y trata a todo el mundo de manera muy informal. Cambridge es una institución muy prestigiosa que acoge a futuros religiosos, abogados y médicos. El señor Huxley no se comporta como los demás académicos, pero sabe más que ellos.

-Si hubieras estado vivo en la época de Newton, serías más popular que él- le dice Paul Talbot, uno de sus compañeros del Trinity College cuando estaban en la biblioteca.

-Si hubiera estado vivo en la época de Newton, lo habría seguido a todas partes- responde Thomas- Era un verdadero genio.

-Pues yo creo que estamos ante otro genio, ¡Huxley!- exclamó Talbot y Thomas sonrió- Cuando terminemos este semestre, seguro vas a aparecer en los registros para la posteridad.

Thomas lo mira nervioso. No puede haber registro de él en Cambridge. Su propia vanidad lo hizo olvidar que tiene que ser un verdadero fantasma. Se dijo que trataría de andar con mayor cautela, tal vez postular a un trabajo donde pudiera estar fuera del College.

Esa era la realidad de Thomas Huxley, quien después de un desafortunado accidente, se encontraba muy lejos de casa.

¿Hasta cuándo iba a mantener este secreto? ¿Podría volver algún día?

RebeccaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora