𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡𝗟𝗬 𝗦𝗧𝗥𝗔𝗡𝗚𝗘𝗥 ━━━ peter parker

𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟐𝟏

Kit escondió el labio entre sus dientes, pensativo.

—El Centro de los Nuevos Vengadores no está tan lejos, ¿te parece ir volando? —me animó guiñándome el ojo, pero negué rotundamente.

—Si, pero la herida de tu ala izquierda aún te causa problemas, no hay que forzarla más de lo debido.

Al parecer yo era el prudente de la relación, Kit viró los ojos en reproche.

—No eres para nada divertido. —murmuró, crispé mis ojos al escucharlo—, Te reto.

—¿Qué? —titubeo, aunque se que escuché correctamente.

—Te reto, arañita. Veamos quién llega primero al Centro. —exclama, quiero contestar pero en un salto audaz él ya se ha elevado sobre los cielos.

Suspiro con cansancio.

Ya quiero que me diga ponme crema en el nacimiento de mis alas de nuevo, para que se entere por donde lo voy a mandar.

Lo mínimo que puedo hacer es alcanzarlo y demostrarle que ni tomándome desprevenido puede ganarme en una carrera en Nueva York. Es mi ciudad, conozco todos los atajos. Quince minutos después, estoy llegando a la entrada principal del Centro, incluso me dio tiempo de cambiarme de ropa, abro la puerta y no hay señal de Kit, por lo qué voy con la recepcionista y pido que le informe al señor Stark de mi llegada.

Tres minutos después veo a Kit entrar corriendo por la entrada.

—¡Es una broma! —farfulla al verme en la sala de espera, se cruza de brazos en signo de enojo.

Elevo la comisura de mis labios en una sonrisa inocente y encojo mis hombros.

—No se vale. Yo tengo que acomodar y ajustar el arnés sobre mis alas, mi camisa y luego mi gabardina, tú solo...—parece dudar brevemente—, ¡Solo te pones una camisa y un pantalón! ¡Tienes ventaja!

Abro la boca para contestar, pero la secretaria me interrumpe.

—El señor Stark lo verá ahora en el piso cinco. —informa, agradezco y con un movimiento de cabeza le pido a Kit que me siga en dirección al interior del elevador.

Dentro de este, apretamos el botón correspondiente y estamos hombro con hombro esperando, por lo que nuestras manos se rozan hasta que su meñique se engancha al mío, lo miro por el rabillo del ojo con una sonrisa amplia en mi cara.

Creo que estoy enamorado de él.

Mis ojos se ensanchan ampliamente al darme cuenta de lo que cruzo por mi mente, era una locura. No podía enamorarme tan rápido, ¿o sí?

Mis pensamientos se disipan cuando las puertas del elevador se abren y el señor Stark ya nos espera con los brazos cruzados, no puedo leer la expresión de su rostro por sus lentes de sol que tiene puestos.

La mano de Kit me suelta lentamente.

—No puedo creer que hayan tardado tres días solo con quince personas. —enarca su ceja derecha, los lentes caen ligeramente por el punte de su nariz—, Bien, dénmela ahora.

El señor Stark estira sus manos frente a nosotros, Kit saca la pistola de una mochila pequeña que se colgó al arnés y se la da. Revisa el estado del artefacto, para luego mostrarnos una expresión que denotaba complacencia.