Enredando de paso sus piernas y tratando de acortar toda distancia.

Siendo interrumpidos por los maullidos de Eraser.

Ay, pinche gato.— Dijo separándose al sentir como el animal subía a su cama.— Hitoshi dale de comer a tu gato, por favor. — Volvió a taparse con la sábana.

—Vamos, Eraser.— Se levantó con el gato en sus brazos.

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Voolverá, como la primera veeez, dejala que vuelva, ella conoce solita el camino conmigo.— Cantó mientras movía el asiento delantero.

—Aleska, siéntate.— Pidió el chico a su lado.

—¿Por qué hay extras aquí? — Mencionó con molestia el rubio ceniza atrás de ellos.

—A ver, hijo de tu madre, en mi historia el extra eres tú. — Dijo volteandose a enfrentarlo cara a cara.

—¡¿Qué has dicho, perra?!— Saltó de su asiento con intención de explotarle la cara.

Le sacó la lengua y con su kousei el rubio volvió a su sitio.— Quedaste como una estúpida. — Sonrió de lado y volvió a jugar con el asiento del frente.

—Mejor siéntate.— Aconsejó el chico de ojeras.

—¡Oblígame! Hace tiempo que no iba en un bus escolar, está en mis genes hacer desmadre, así que un poco de comprensión, ¿Ya?— El chico sólo suspiró.— Además al chico no le molesta, ¿Verdad Izuku?— Dijo apoyándose en el asiento para verlo.

—¿Ah? Ah, sí, no hay problema.— Tartamudeó un poco por la cercanía.

—¿Ves?— Le encaró a su amigo.

—Sólo no hagas que te echen del bus.— Se puso sus audífonos para ignorarla.

—Oki... ¡Oiga chofer, ¿No tiene radio?!— Gritó llamando la atención de todos.— ¿Puedo poner mi música? — Volvió a gritar, nadie respondió, tomándolo como un sí.— Gracias, lince.—

Conectó los altavoces al bluetooth de su celular.

No te pido que traigas flores, tampoco que me des bombones, yo solo quiero una caricia, que me digas que tu me quieres.— Cantó el coro con sentimiento.

—Oye, que buena canción. — Opinó una chica de tez rosa.

Ahre, gracias.— Sonrió.

El resto del viaje continuó poniendo su música.

Hasta que se quedó dormida.

—Oye.— Comenzaron a zarandearla.

—¿Ah?— Abrió los ojos con pereza mientras se estiraba, observando al de cabello azabache.

—Todos los demás ya se han ido, deberías apresurarte.—

—¿Apresurarme a qué?—

—A pasar todo el bosque hasta el campamento.—

—¿Para qué o qué?—

Mi razón ; Shinsou HitoshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora