-Déjeme ver.- le paso el papel por un agujero que hay en el cristal.
Lo mira fijamente y después, vuelve a mirarme.
-Debe ir allí, el avión saldrá en 10 minutos.-me señala una de las puertas de embarque.
Le doy las gracias y voy lo más rápido posible hasta donde la chica me ha indicado, todavía tengo que pasar la maleta por esos aparatos de rayos x y esas cosas.
Le pregunto a uno de los trabajadores, el cual me indica todo lo que tengo que hacer y a donde ir, el me ayuda con todo y cuando subo las escaleras del avión, unas azafatas me dan la bienvenida y me llevan hasta mi asiento, donde me ofrecen algo de tomar, les pido un botellín de agua, una de ellas asiente y va a buscar lo que he pedido.
La azafata me ofrece la botella de agua y yo le doy las gracias, minutos después el piloto del avión anuncia que el avión está a punto de despegar y por los altavoces que se encuentran en el techo del avión, justo encima de los asientos, una voz anuncia las instrucciones de seguridad.
Estoy atenta a todos los pasos que indican y segundos después siento como el avión empieza a moverse, madre mía, me llevo una mano a la frente y me tapo los ojos, miro a mi asiento de al lado, en él hay un hombre joven, tendrá unos 30 años, va vestido de traje está mirando todo el rato su Ipad, espero que lleve el modo avión porque si no le tiro el Ipad por la puerta de emergencia.
Le miro de reojo y el parece darse cuenta, aparta su mirada de la pantalla y gira su cabeza para mirarme, me sonríe y vuelve a mirar a su Ipad.
Intento entretenerme de cualquier manera, me pongo y quito los auriculares unas 4 veces, intento distraerme mirando fotos y cuando veo que en algunas de ellas sale Steve, las borro sin pensármelo.
Cuando estoy muerta de aburrimiento, apoyo mi cabeza contra el reposa cabezas e intento dormir.
No sé cuanto tiempo pasa hasta que me vuelvo a despertar, giro de nuevo la cabeza hacia el trajeado hombre de al lado, menos mal, está dormido, no quiero imaginarme la cara que tengo en estos momentos. Me paso las manos por el pelo y decido hacerme una cola alta para dejar de sufrir con esta mata de pelo.
Durante el resto del vuelo me dedico a echarle un ojo a la gente que hay sentada en sus respectivos asientos y cuando por fin el piloto informa de que hemos llegado a nuestro destino y que nos abrochemos los cinturones, sigo las ordenes y me lo pongo.
Aterrizamos en París.
Cuando salgo del avión, miro a mi alrededor, hace buen día aquí en París y el aeropuerto "Charles de Gaulle" está repleto de gente saliendo y entrando de aviones.
Busco esa peculiar cinta que transporta las maletas, espero hasta ver la mía, no me cuesta encontrarla ya que no pasa desapercibido, es la más grande de todas y su color violeta chillón se podría ver desde el avión.
Cojo mi maleta y casi me dejo las muñecas allí mismo al quitar la maleta de la cinta, saco mi móvil del bolso y le escribo a Carolyn:
"Holaaa, acabo de bajar del avión, avísame cuando estés aquí para recogerme."
Segundos después Carolyn responde el mensaje y me escribe:
"Estoy de camino, estaré allí en unos 5 minutos, espérame en la entrada principal"
Voy hasta la entrada que Carolyn me ha dicho y me siento en un banco que hay en el exterior, dejo la maleta entre mis piernas y veo a la gente pasar mientras espero a que venga.
Minutos después el sonido de un claxon me hace apartar la mirada de el suelo y veo a Carolyn montada en un coche, me levanto del banco y camino hasta el coche. Ella se baja rápidamente y cuando está cerca de mí me abraza fuertemente, hacía más de un año que no nos veíamos, nos balanceamos un poco mientras nos abrazamos y damos grititos de alegría.
