If you loved Me

Fatal encuentro

Estaba conduciendo mi auto a el residencial de mi novia.

Bueno, no era MI auto.

Era de Josh, mi compañero de apartamento.

Aunque creo que no puede ser legalmente llamado auto.

Y no es precisamente "seguro".

La puerta siempre se traba y tienes que golpearla para que se abra.

Me parqueo y apago el motor. No como que hubiera mucha potencia que apagar.

Me agacho para destrabar la parte de abajo de mi puerta y empujo.

Un golpe y un chillido suenan del otro lado.

Uuuuups

Abro la puerta con más cuidado y en el suelo hay una chica, masajeándose la cabeza.

-Lo lamento tanto!¿estás bien?

me agacho a su lado y la ayudo a ponerse en pie.

-Sí. No te preocupes.

Ella hace ademán de soltarse, pero casi me cae encima. La sigo sujetando del brazo.

-Creo que necesitas ayuda-le digo mientras observo su cabeza. Noto un pequeño hilillo de sangre bajando por su nuca.

-Um... No lo sé.

Sin decir una palabra, la ayuda a caminar hacia su residencial. Cuando miro el número en la tarjeta de universidad para pasar por la puerta, me doy cuenta de algo.

-Hey, compartes habitación con mi novia.

-¿Allie es tu novia?

-Sip...de hecho la estaba visitando.

-Oh, claro. Ya veo. Lo siento por meterme en tus planes.

-No. Yo siento haberte noqueado coni puerta.

-Está bien. He recibido peores golpes.

La miro alarmado.

-Tranquilo, juego en en el equipo de fútbol americano.

-Pero el equipo es masculino.

-Soy la infiltrada. El entrenador siempre me mete en los partidos bajo mi apellido.

-No me digas que eres García.

-Sip. Ese soy yo.

-¡No puedo creer que estoy hablando con García!-Josh y yo somos sus mejores fans. Ya entiendo las dudas por sus piernas. Sí eran de mujer. Y unas muy lindas.

Detén esa línea de pensamiento, galán. Tienes novia y...

-¡Auch!

Regreso a la realidad y García está de nuevo en el suelo.

Me fijo ai alrededor y me doy cuenta de que estaba tan des concentrado que choqué a García en un poste.

-Lo siento.

-Sabes, tengo la sensación de que disfrutas de esto-dice, bromeando.

-De verdad lo siento.

-No hay cuidado.

No...no lo hay

Logramos llegar a la habitación sin más heridas.

Toco la puerta y abre Allie. Sonríe al verme. Pero su gesto cambia al ver mi brazo sosteniendo el de mi acompañante y el de ella en mi cuello.

-¿Qué haces con mi novio, Ellie?

-Es mi culpa, amor. La golpeé can la puerta del auto.

-Oh, claro...¿Está bien?la preocupación en su voz es falsa y pone cara de asco.

-Sí, yo estaré bien... ustedes vayan a lo que sea...

Se suelta de mí y se tambalea al interior. Casi se cae, y en un acto reflejo, la agarro de la cintura.

Espero a que esté estable y la suelto.

-Sinceramente, creo que deberías ir al ala médica.

-¿Por qué?

Me acerco a ella y le toco la nuca. Luego le enseño mis dedos con sangre. Allie hace un sonido de arcadas. También falso.

-No lo sé.

-Sólo atiende la tú, Dylan-dice Allie exasperada.

Dirijo a Ellie a su cama y yo me siento detrás de ella. Le corro el pelo y limpio la sangre de su nuca con un trapo. Luego sigo el rastro de sangre hasta su cabeza y limpio de nuevo para considerar la herida.

-No es grave, ni siquiera necesitará puntadas. Se curará sola. Sin embargo, te sugiero que no participes en unas cuantas prácticas de fútbol.

-Está bien.

-Y asegura te de no dormir en un par de horas.

Me reúno con Allie en la puerta miro atrás, a Ellie.

Estará bien...Espero

Y así fue como conocí a Ellie García. Un fatal encuentro accidental. No pensé en lo que vendría ahora