MI VECINO

Capitulo uno

— Ten más cuidado hija, no querrás romper algo. Lleva esas cajas a la cocina y ordénalas —habló mamá mientras yo bajaba las cajas del auto.

— Ya deja de repetirlo, tendré cuidado —bufe harta y de mal humor porque yo no me quería mudar, quería continuar viviendo en mi ciudad natal. Además, este lugar es tan solo, creo que nadie más vive por aquí además de algunas casas que alcanzo a ver.

— Amo esta casa -suspiro mamá mirando la casa con una enorme sonrisa en su rostro.

— Pues yo prefería la casa anterior —comente pasándole por el costado cargando una caja y dirigiéndome a la casa.

— Ya deja de quejarte Emma —me regaño mamá.

Para ellos es fácil mudarse, porque no tenían amigos en nuestra ciudad anterior, en cambio yo; tenía a mis mejores amigos allá.

Entre entonces a la casa y puse la caja en el piso de la cocina para después comenzar a ordenar las cosas mientras miraba a a través de la ventana a papá y a mamá admirar con emoción la casa.

— Odio esta casa, odio mi vida, odio todo -murmure mientras sacaba las cosas de la caja y las ponía en la mesa.

Después de unos minutos asome la mirada por la ventana otra vez y vi a papá y a mamá estrechando sus manos con unas personas, parecían ser vecinos. Era una familia como nosotros, un padre, una madre y además, había un chico muy atractivo allí, supongo que era el hijo.

Así que sin dudarlo, sacudí mi ropa, arregle un poco mi cabello y decidí salir a conocerlos.

—Ah mira que casualidad —expresó mi madre mirándome caminar hacia ellos.— Allí  viene nuestra hija. ¡Ven cariño, conoce a nuestros nuevos vecinos! —dijo emocionada.

— Claro —respondí con una sonrisa—Hola —dije dándoles mi mano— soy Emma.

— Mucho gusto Emma, que hermosa eres —comento la señora con una enorme sonrisa en su rostro.

Asentí sonriendo para después mirar a su hijo el cual me miraba de pies a cabeza con una mirada fija y penetrante.

— El es nuestro hijo, Cameron —habló el señor- preséntate con la señorita, Cameron.

— Mucho gusto —dijo el chico con una voz ronca— Soy Cameron —continuó para después humedecer un poco sus labios con su lengua.

— Y yo, soy Emma — dije entrecortado estrechando su mano y perdiéndome en sus ojos un poco nerviosa.

Ese chico tenía algo que lo hacía interesante, su mirada quizás.

Después de unos segundos, continuábamos apretados de las manos y mirándonos fijamente así que papá interrumpió diciendo:

— Si, si, bueno ya basta —dijo separándome de él— Emma, anda a terminar de ordenar las cosas.

— Pero, creí que estábamos conociendo a nuestros veci...

— Y yo creí que odiabas este lugar y todo lo que tuviese relación con él —interrumpió— así que deja de quejarte y obedéceme.

— Ya cariño, cálmate — susurro mi madre intentando calmarlo.

— Ugh —gruñí dándome la vuelta harta de mi familia para después entrar a la casa.

Mi papá es DEMASIADO celoso, y mamá... bueno, mamá le sigue la corriente. Y ni hablar de la vergüenza que acaban de hacerme pasar.