—Hola, Draco, siento molestarte solo quería preguntar... vendrás está noche por ella, ¿cierto?

—No. —dijo cortante al otro lado del telefono.

—¿Y mañana?

—Me costó mucho conseguir la posion multijugos y solo la desperdicie, apenas estuve un par de horas con ella y llegó la maldita comadreja a cagarlo todo.

—Podría conseguir más, tengo acceso total a los cabellitos de Rolf. —reí un poco. Rolf era tan despistado y dormía tan profundo que nunca sentía cuando le robaba cabellos a tirones.

—¿Y si Rolf llega cuando yo este? ¿Ya lo pensaste, Lunática? Hoy tuvimos mucha suerte.

—Yo lo arreglaré, solo ven. Le haces mucho bien. —suplique.

—No, no podré. Mi padre convocó a una junta esta noche. Tengo que asistir o me harán a un lado y debo recuperar mi posición para... —sus palabras se quedaron a medias, sopesando si lo que me diría era lo correcto o no.

—Draco, debes decirme lo que planeas o no puedo ayudarte.

 —¿Lo impedirías? —preguntó nervioso. —¿si te dijera lo que planeo, lo impedirías?

Solté una risa solo para enfurecerlo más.

—No, no lo haría, pero necesito la verdad.

—Debo volver a involucrarme en los negocios de mi padre, necesito una coartada para que Rolf deje de desconfiar de mi y mi padre deje de vigilarme, y tal vez después de eso pueda irme lejos... con Granger. Así que no, esta noche no iré.

—Entonces le dare la pastilla para dormir.

—Lovegood.

—¿Si?

—¿Sigues confiando en mi?

—Sí.

—Bien.

Colgué y me dirigí a despedir a Ron y ordenarle la habitación a Hermione. Sería una pequeña desilusión que esperaba pudiera soportar.

~Hermione~

—¿y Rolf? —pregunté desesperada, sin importarme si Ron me escuchaba o no, ya había estado todo el dia con él en busca de convencerme que no extrañaba a Malfoy, pero la realidad era que no podía sacarlo de mis pensamientos.

—Tiene una junta con su jefe, mañana vendrá.

—Pero me prometio que regresaría. — sentía mis manos temblar al saber que Draco se había ido, quería verlo, quería hablar con él, quería sentir su protección.

—Bueno, en realidad no respondió. —señaló Ron. —Puedo leerte también, si eso es lo que quieres.

—No. Rolf es...

—Él vendrá mañana, tranquila, toma la pastilla— Luna me acercó la poción naranja que me daban para dormir.  Eso quería decir que Draco no vendría por mí en la noche. La ansiedad se apoderó de mí en un parpadeó, me afiance a las muñecas de Luna y comencé a llorar.

—Cariño, tranquila. —me abrazó a su pecho y pude ver el cabello rojo de Ron aproximandose a nosotras.

—¿Hermosa, estás bien? —preguntó y por primera vez en el día su tono de voz me pareció desagradable. Una vibración en mi pecho me dijo que perdería el conocimiento en cualquier momento.

—¡Sal, Ron! —chilló Luna, apretándome más fuerte.

Él obedeció regalandole una última mirada que yo veía como lástima en sus ojos. Cuándo nos dejó solas Luna comenzó a susurrar en mi oido.

MedicateWhere stories live. Discover now