—Ya pasé por eso hace unos meses Brid, te prometo que aunque a veces duele el vientre, puedes lidiar con ello —me asegura mi amiga—. Es algo normal.

—No-no sé como usar todo lo que dice, señora Kancy.

—No te preocupes cariño, yo voy a enseñarte y ayudarte. No llores. Estoy muy segura de que tu mami estaría sonriendo mucho al saber que su nenita ha llegado a esta etapa.

—Estoy avergonzada —susurro.

—No tienes de qué avergonzarte, nunca te avergüences de algo que es tan natural para tu cuerpo —me aconseja, dejando un beso en mi frente.

Mamá se fue, pero la señora Kancy siempre está aquí para mí. Ella sale de la habitación y, mientras Kaethennis se sienta a mi lado y me tiende lo que me explica que son una caja de tampones y otra de toallas sanitarias, caigo en cuenta de algo.

Keith me ha visto, Keith ha visto todo.

¿Conoces esa sensación de odiar al mundo? La estoy sintiendo ahora al darme cuenta de que he pasado el momento más vergonzoso que una pre-adolescente puede pasar frente al niño que le gusta.

Odio al mundo por tener a mi mamá muerta. Si ella estuviera viva ella me hubiese hablado de que esto pasaría, por supuesto que papá no lo hizo, después de todo él aún no ha comprendido lo que es criar a una niña solo.

El hecho de que mamá muriera cuando cumplí los diez solo hace que llore más ante la vergüenza por la que acabo de pasar con mi segunda familia.

¡Por Dios! Keith me vio. Cubro mi rostro con mis manos.

—Soy tonta —murmuro.

Después de ese día, durante dos semanas Keith no parece ser capaz de verme a los ojos. Es algo que ninguno de los dos nunca olvidará.

***

04 de noviembre, 2003

—¿Realmente te dejaste besar por Dany baboso? —pregunto frunciendo el ceño, cepillando mi cabello. Estoy lista para irme a casa luego de dormir en casa de Kae.

—¡No me lo recuerdes! —grita, haciéndome reír—. Fue asqueroso... ¡Él robó mi primer beso!

—No te lo robó, creo que tu también tuviste algo que ver. ¡Iugh Kae! Es Dany baboso, es decir B-A-B-O-S-O.

—¡Lo capto, Brid! ¡Lo capto!

Río una vez más ante la expresión que tiene el rostro de Kaethennis. Ayer, durante la fiesta número dieciocho de su hermano, recibió su primer beso del chico que ninguna chica quiere besar.

—Nunca dejes que tu primer beso sea de lengua —dice, haciendo arcadas—. Pensé que vomitaría.

—Que asquerosa eres. Estás llena de los gérmenes de Dany baboso.

Kaethennis, como era de esperarse, me saca la lengua y luego cubre su rostro con sus manos mientras gime dolorosamente.

Si me lo preguntan, no entiendo cómo dejó que Danny baboso la besara. El chico no es feo, es atractivo pero, ­¡oye!, por algo lo llaman Dany baboso.

Kaethennis es impresionante, siempre lo ha sido, es increíblemente hermosa con su cabello caoba abundante y ondulado y sus ojos grises.

Fui bonita de pequeña, pero finalmente después del episodio vergonzoso de mi vida, de mi primera menstruación, todo en mi mejoró, haciéndome lo que Ted y otros chicos llaman "una chica caliente". Una chica caliente que nunca ha besado.

Los Besos Robados de Bridget (BG.5 libro #1.5) Disponible en libreríasWhere stories live. Discover now