Capítulo 4.- Guerra

Start from the beginning
                                    

Perdió noción del tiempo en aquella lectura tan cómica y la agradable sensación del agua en su piel.

Entonces fue, cuando unos fuertes golpes a la puerta le hicieron dar un respingo del susto. Llevó una mano a su pecho suspirando.

—¿Ya te moriste? ¿O por qué rayos tardas tanto en salir?

—¡El baño está ocupado! —Respondió— ¡Tienes que esperar tu turno!

—¡Llevas horas allí dentro! Sal de allí porque no voy a seguir esperándote —Mauro se escuchaba furioso. Su estado normal.

—Se amable conmigo y tal vez me apure —replicó el chico y dio una leída a la última página— ¿Cuántos años tienes para estar amargado? ¿50? Apuesto a que tienes la andropausia a todo lo que da.

—Para tu información tengo 30 años y nunca había conocido a nadie tan irritante como tú —le dio un fuerte golpe a la puerta— te lo advierto pulga, o te sales, o te saco de allí.

Tony odiaba que le dijera "Pulga", ser chaparrito nunca había sido un defecto, sus amigos siempre lo veían loco y tierno. Estúpido, estúpido y mil veces estúpido de Mauro que juega con su autoestima. Pero la puerta está cerrada con llave. Que se quede entonces allí afuera. No le respondió nada y todo se quedó en silencio.

Lo que Tony no sabía, era que Mauro caminaba rumbo a su habitación por la llave que abría el baño. El hombre estaba enfurecido de que su departamento estuviera invadido por este chico. Al regresar volvió a golpear la puerta una vez más.

—¡Sal ya! O no respondo.

Tony utilizó una voz semejante a una máquina contestadora.

—El número que usted marcó, está fuera del área de servicio. Deje su mensaje después del bip —hizo una pausa— Biiiiiiiiip.

—Sobre advertencia no hay engaño, pulga molesta —refunfuñó Mauro mientras abría la puerta del baño. A zancadas entró y se detuvo de golpe y susto al ver al otro con una mascarilla verde cubriendo todo su rostro.

—¡Hola, Voldemort! —Tony le regaló una sonrisa graciosa debajo de esa mascarilla que traía puesta— ¿Vienes a bañarte conmigo? —Le guiñó un ojo— Si eso querías, solo lo hubieras dicho.

—¿Qué rayos estás haciendo? —Mauro parpadeó saliendo de su estupor.

—Aww, estoy leyendo un artículo muy interesante —le mostró la página de la revista— el artículo se llama "Top 10 de los Jefes más tiranos" —sonrió— Pensé que encontraría tu nombre aquí pero no está todavía. A lo mejor y aún tienes esperanzas de mejorar tu mal genio.

—Pulga tonta, me tienes harto —Mauro caminó hacia Tony y lo sumergió dentro del agua, haciendo que incluso la revista se mojara.

—¡Oye troglodita! —Se quejó mientras tosía el agua que había tragado— Eres un animal que se escapó del zoológico, tienes los modales de un orangután.

—¡Estoy harto de ti pequeño gremling! —Mauro volvió a sumergirlo dentro del agua.

Tony tosió aun más al salir de entre la espuma y solo alcanzó a ver que el otro se daba la vuelta para irse.

—Tienes dos minutos para desocupar el baño o te arrojaré desnudo al pasillo.

—¡Sobrepasas los límites de mi paciencia gigantón amargado! —Ahora sí que se sentía enojado. La revista quedó inservible y su paz interior se fue la luna. 

—Me interesa nada tu opinión ¡Pulga!

Muy enojado, Tony se bañó tan rápido como pudo y envuelto hasta el pecho, en una toalla color lila caminó hasta la cocina donde estaba Mauro y lo señaló con su dedo.

—¿Quieres guerra, Voldemort?

Por primera vez, Mauro sonrió con un vaso de jugo cerca de sus labios.

—Como si una hormiga como tú pudiera hacer algo contra mí.

—Esto es la guerra entonces —Tony entrecerró los ojos.

Mauro se burló de él y se le acercó invadiendo su espacio personal y susurró casi en su oído.

—Inténtalo pulga, no me asusta una lagartija como tú.

Tony alzó su mano, tratando de darle una cachetada pero el mayor se la tomó al vuelo. El más pequeño forcejeó un poco, pero muy a su pesar, el otro era más fuerte. Mauro tenía en su rostro una sonrisa de burla ante la frustración del otro.

—¡Suéltame! —Se quejó Tony.

—¿Y si no quiero? —Se siguió burlando— ¿Qué vas a hacer? ¿Harás una rabieta de bebé?

—Puedo hacer esto —rápidamente Tony le mordió la mano. Mauro lo soltó inmediatamente al sentir el dolor— que sea pequeño no significa que sea indefenso. Estúpido troglodita.

Como todo un divo, moviendo sus caderas mientras caminaba, Tony se fue a su habitación, dejando a Mauro con su furia en la cocina.

Como todo un divo, moviendo sus caderas mientras caminaba, Tony se fue a su habitación, dejando a Mauro con su furia en la cocina

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Tony, chocolate y picanteWhere stories live. Discover now