Untitled part

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Hola.

Es curioso, desde tu partida te has convertido en una ausencia presente. Apareces en cada cosa que amo, como una presencia que ilumina todo.

Y no sé porque lo sigo llamando amor, porque en tu caso sólo fue 'casualidad'.

Regresas en un párrafo del libro que estoy leyendo, Coelho me persigue últimamente:

"- Me gustaría estar allí con alguien que me dejase el corazón en paz",.. tu fuistes ese alguien... "-así el tiempo pasaría más despacio; podríamos quedarnos en silencio pues tendríamos el resto de la vida para conversar"...

Sonrío. Recuerdo el mar, el olor del café y el sentir que el tiempo se ha detenido. Es un silencio que inunda, que habla, que cura. No existe nada más, sólo la tranquilidad de saberse 'aceptado' por quién eres, pese a la oscuridad inherente en el ser humano. No hace falta disimular. Ese ser quién apenas hace un mes era un extraño, te ha enseñado el elixir de las pequeñas cosas, la intensidad de lo cotidiano.

Y lo extrañas. Extrañas esa paz que su compañía te daba.

Lo piensas, una y otra vez, intentando comprender sí esos momentos fueron "soñados" o creados por tu imaginación, deseosa de conectar con un alma, de hayar un hogar...

Ha pasado tanto tiempo..., ahora es más el tiempo en soledad que el que compartisteis, sin embargo su enseñanza no disminuye.

Ahora sabes lo que quieres, sabes el camino. Vives cada día con la mayor intensidad posible. Caminas, lees, sonríes con "aquella canción", en resumen te dedicas a ti misma. Te sigues cayendo, pero sabes como levantarte y empaparte de la luz de la esperanza. Sigues viva, y la llave de tu destino la portas tu. No hay que dejar de creer, porque sin sueños estarías muerto, muerto por dentro. Y te sientes feliz, feliz por ser la dueña de tu felicidad, vuelves a sonreír...

Y reapareces. Deseas llamar, y contarle todas esas 'mini' aventuras que estás viviendo, porque no existe otra persona que sepa entenderlas mejor. Y es allí, cuando recuerdas que no puedes, que no estás, que no quieres. Sabes que lo 'correcto' es dejarlo pasar, resetear la mente, avanzar.

"-No puedes obligar a nadie a permanecer, quién te quiere no desaparece, te repiten una y otra vez-", y pese a las ganas de llamar y saber cómo estás, me con tengo. Que hago, no puedo borrarte, hacer como sí no hubieras existido. Enséñame!!...

Pero tienes miedo. Nada dolería más que un nuevo silencio, aquel que un día lleno tu desesperanza y hoy pesa más que dos bloques de granito. Hoy, sus silencios significan indiferencia, y de ella nada se puede alimentar.

Recurren a Dios, rezas porque Dios es amor y hay tanto de ese amor en ti para dar que continuas creyendo en lo imposible.

Que le vas a hacer!, ya lo dice Coelho: "el amor tiene su propia voz y habla por si mismo".

OlvidoWhere stories live. Discover now