━ chapter two: common

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A pesar de que solo llevábamos un mes y un par de días conociéndonos, temía comenzar a depender de él.

Podría decirse que éramos confidentes. El saco de boxeo que ambos necesitábamos golpear cuando nos sentíamos solos, incomprendidos, pero a su vez algo muy diferente a mejores amigos.

Era algo. Algo invaluable y a su vez desconocido.

Aunque en muchas oportunidades lo tenía en la punta de la lengua, como aquella vez, que lo veía riendo con Ned Leeds en medio del pasillo, nunca había tenido el valor de decirle "gracias" por cada una de las veces en las que me había aguantado, sin importar las circunstancias.

Ahogué un suspiro, lanzándole miradas escépticas a mis alrededores mientras me movía con pasos rápidos hacia Peter y su mejor amigo. Llevaba la cabeza gacha, maldiciéndome mentalmente por ser tan insegura frente a personas desconocidas. Después de todo, era mi segundo día como estudiante en la secundaria Midtown, a pesar de que, según el calendario escolar, tendría que haber ingresado hacía dos meses atrás.

Mi hermano no había conseguido hasta entonces el dinero suficiente como para pagarme una buena escuela, por lo que habíamos acordado que Riley —mi hermana menor— sería la única en cursar los primeros meses hasta que consiguiéramos una alternativa para mí. Era un capricho suyo el darme la educación que él nunca tuvo, así que después de muchas plegarias de su parte, me habían otorgado una beca en Midtown que, con mis malas calificaciones, claramente no merecía.

Luego de un fin de semana recuperándome de los malestares ocasionados por mis poderes, no había visto ni una sola vez a Peter Parker rondando por los alrededores de mi hogar, pues al parecer estaba demasiado ocupado con eso de ser el amigable Hombre Araña de Queens.

Ahora, extrañamente, solo quería estar con él. No importaba si era para hablar, mirarnos o simplemente acompañarnos en silencio.

—Liz no nos va a prestar atención, Ned. Solo somos los perdedores, y eso es todo. —Escuché que decía Peter mientras guardaba unos libros en su casillero.

—Oye... —le murmuré en voz baja cuando llegué a su lado. Asentí en dirección a Ned en forma de saludo—. Saben que no es así, solo tienen... gustos particulares, pero eso los vuelve más especiales.

Los ánimos de Ned parecieron subir al verme sonreír con convicción. Peter, en cambio, solo apartó la mirada con las mejillas rojas y aclaró su garganta con incomodidad, como si estuviese tratando de esconder algo.

Lo observé confundida, mas decidí ignorarlo.

—Rae tiene razón, Pete. —Ned le dio un empujón amistoso—. Somos como unos superhéroes, solo que todavía no entienden nuestros poderes. ¡Pero eso no nos impide ser geniales! ¿Quién no querría ver un maratón de Star Wars con nosotros? ¡Nadie, ni siquiera Liz se negaría!

Peter se atragantó con su propia saliva en cuanto Ned nombró la palabra "súperheroes". Comenzó a toser con los ojos abiertos como platos y yo, disimulando, le di algunas palmadas en la espalda para que recuperara la compostura.

—Y también tienen la mejor colección de figuras de acción —acoté con rapidez, intentando cubrir el desliz de Peter para desviar la atención de Ned—. ¿Verdad, Parker?

—Ah, sí, e-eso.

Ned nos observó con los ojos entrecerrados, sin tragarse del todo la expresión nerviosa de Peter y mi sonrisa cargada de tensión. Sin embargo, si realmente sospechó algo, lo dejó pasar con un encogimiento de hombros y desviando su atención a Liz Allan y su séquito, de quienes ya había escuchado bastante a pesar del escaso tiempo que llevaba rondando por la secundaria Midtown.

𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐒𝐓𝐈𝐓𝐈𝐎𝐍 ━ Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora