La carta

7 1 0
                                    



"Lo siento, yo creía que era lo mejor que podía hacer, que no había otra solución, sin embargo ahora me doy cuenta que estaba siendo egoísta, que no pensaba en lo mejor para ti, ni en lo que tú querías. No me di cuenta del daño que te hacía, sino hasta que ya no había vuelta atrás. Me convencí que era lo mejor para ti, nunca paso por mi mente que esto terminaría así, por esta razón, es que te escribo, para salvarte de toda esa oscuridad y...

De ti mismo.

Volvamos a aquel fatídico día, aquel día en que perdiste tu sonrisa, aquella sonrisa tan sincera y llena de amor. La misma que te robé descaradamente. Ese día te había citado en nuestro lugar secreto, precisamente en la cabaña habíamos quedado de vernos al atardecer éramos solo unos niños teníamos 12 o quizás 13 años ya no lo recuerdo ambos sabíamos que yo era una mala influencia y yo no quería corromperte.

Mi peor error fue que en intentar alejarte de mí, distorsione y corrompí tu mente de tal manera que ya no volviste a ser el mismo. Perdón por haberte dicho todas esas cosas hirientes, pero cuando dijiste que harías lo que fuera para seguir conmigo no quería que permanecieras conmigo o, según yo, te haría daño. Me equivoque, lo sé y si pudiera volver atrás en el tiempo y me daría un fuerte golpe seguido de otro y seguiría así hasta obligarme a entrar en razón.

"Amigo Mío", me encantaría volver a escuchar eso de tu boca, mas no merezco ser llamado así, no después de haberte visto en ese estado, ese recuerdo me persigue cada día que pasa y ya no lo soporto, no quiero volver a ver esa sonrisa sínica y falsa junto a esa mirada sin brillo y sin sentimientos, pero que al mismo tiempo pareciera que va estallar. Aún recuerdo las palabras que acompañaban esa mirada palabras que me rompieron el corazón de tal manera que no reaccioné, sino que hasta en unos segundos ya me encontraba solo, te habías ido luego de decir aquellas palabras:

..."Siéntete bien, lograste tu cometido, me perdiste, perdiste mi amistad, de hecho, de haber sabido que pensabas eso de mí nunca, escucha bien, nunca habría aceptado tu amistad"...


Me fue imposible responder, simplemente, no pude, esas palabras me impactaron demasiado, no las esperaba, fue tal la impresión que, aun ahora, tres años después, las puedo recordar con claridad.

De esta manera, supe que ya no había vuelta atrás, que habías perdido tu esencia, ya no eras el mismo y no lo volverías a ser. Lo que más me dolió fue lo que dijiste a continuación:

..." ¿Qué sucede? ¿Acaso te quedaste sin palabras? No bromees. ¿Después de todo lo que dijiste? ¿Sabes qué? No me vuelvas a hablar, olvídate de mí y de nuestra amistad, si es que alguna vez existió"

Al terminar de decir esto, saliste de la cabaña y al mismo tiempo te ibas de mi vida, mientras te llevabas una parte importante de mí, mi alma.

Sé que es tarde ya y, a pesar de esto, quería que supieras por qué lo hice, por qué te aleje y no hice nada al ver cómo te ibas y te perdías a ti mismo.

No te había escrito antes debido a que tenía miedo, miedo a que no me creyeras y te rompieras frente a mí nuevamente, yo realmente no toleraría verte en ese estado, no otra vez.

No estoy pidiendo tu perdón ni tu lastima... te ruego que entiendas que esos no eran mis verdaderos sentimientos, por el contrario, yo pienso, no, yo sé que eres alguien genial y admirable.

No te encierres en una burbuja, no te alejes de los demás, te lo suplico...

Lo repito, eres alguien con muy buenos valores, razón por la cual mereces todo el amor y la comprensión del mundo.

No olvides que nadie puede privarte de esto, y quien lo haga es un malagradecido de primera.


PD: A pesar de que si lo soy, no me taches como el villano de la historia, por favor, entiéndeme ¿sí? No soportaría ocupar ese lugar en tu vida. Y lo siento, por todo.

Atte. El chico que robo tu sonrisa sin querer."



-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-




Terminé de leer la carta que me había llegado recientemente, llenándome de sentimientos, tales como el asombro, la tristeza, la felicidad y la confusión.

No sabía que decir o hacer, esto me había tomado por sorpresa, dejándome en estado de shock por unos segundos.

Empecé a recordar lo que había pasado luego de haber salido de la cabaña aquel día; seguido de ese trágico día, entré en depresión y me mantuve así por un tiempo, tomaba varios medicamentos y tenía citas con el psicólogo (y digo trágico ya que tenía apenas 12 años y a esa edad a mí se me iba el mundo encima al perder a mi mejor amigo). Esto duró aproximadamente un año, a pesar de esto, nunca llegue a pensamientos extremistas como autolesionarme o algo peor, sin embargo, permanecía expuesto a un constante daño psicológico (este era como un goteo, es decir, no era algo irremediable). Después de esto, traté de contactarlo sin éxito alguno (lo conocía demasiado bien; un día razoné todo lo sucedido en aquel momento, llegando a una conclusión: él no me diría todas esas cosas sin una razón).

Y ahora que sé la razón, lo encontraré. Hallaré al villano-héroe de mi historia. (Villano, porque me sumergió en una horrible depresión. Y héroe, porque con las palabras correctas me salvó y salí de la misma).

Lo bueno de todo esto es que nuestra amistad fue comprobada y fortalecida (de una manera no muy linda que digamos) gracias a aquel día.

Nuestra amistad y una cabaña [One-Shot]Where stories live. Discover now