Ayúdame a no sentir

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Olivia y Pedro se habían conocido acampando, el destino quiso unir a estas dos personas que desde hace mucho tiempo estaban en busca de un amor que llenara los vacíos que otros habían dejado. Se miraron, Olivia sabía que algo pasaría entre ellos pero Pedro se hacía el interesante. Ella tampoco quiso demostrar su interés en él pero al parecer esa simple mirada era el origen de una linda historia.

Pasaron los días y todo seguía normal hasta que un día a Olivia le llega un mensaje a su celular, el cual decía "Hola soy Pedro, no sé si te acuerdas de mi pero nos conocimos hace unas semanas acampando. Me gustaría seguir hablando, saludos".

Leí el mensaje y me puse a reír, quizás de nervios en realidad no lo sé pero, a pesar de que estaba entusiasmada, le respondí al día siguiente. "Hola Pedro, si me acuerdo de ti, podríamos juntarnos en la semana ¿te parece?".

¡Y llegó el momento de la cita! Debo admitir que llegada la hora me puse bastante nerviosa pero mentalizada en que hay que pasarla bien. Mi idea en ese momento era conocer a alguien pero no tener nada serio.

Llegué al lugar y él ya estaba ahí, no me acordaba mucho de su cara porque tengo pésima memoria pero él si de la mía. Conversamos bastante, contamos historias tanto personales como banales lo que me pareció muy interesante. Después de un rato salimos a caminar, miro al cielo y me doy que esa noche las estrellas se veían hermosas.

-Cerca de mi casa se ven espectaculares porque no hay tanta contaminación lumínica, si quieres podemos ir- dijo Pedro.

-Bueno, ojala que se vean espectaculares- Dijo Olivia, sabiendo que esa es una de las tácticas usadas por los hombres para llevar a una mujer a la cama por lo que quiso ir igual.

Llegaron a un parque al lado de la casa de Pedro y se sentaron, -Es verdad que se ven mucho más hermosas- dijo Olivia.

Desde ese día que comenzaron a verse casi todos los días. Se conocieron de pies a cabeza, Olivia aún tenía la idea de no querer estar de manera seria con Pedro pero se le escapó de las manos.

Salían a andar en moto, algo que Olivia siempre quiso hacer, acampar, viajar, bucear... en realidad compartir entre los dos momentos inolvidables.

-Estoy enamorado de ti- dijo Pedro. Olivia no le pudo responder de vuelta porque ese sentimiento en ella aún no afloraba pero faltaba poco para que se hiciera presente.

Cuando me lo dijo yo no supe que responder, nunca nadie me había dicho eso. Le creí pero había algo en él que me hacía dudar de lo que decía sentir por mí.

De vez en cuando Olivia y Pedro salían a bailar junto a las amigas de ella.

A mis amigas Pedro no las convencía, lo encontraban muy callado y mal humorado pero lo aceptaban porque era mi novio.

En una de esas salidas, bailando todos juntos una de mis amigas me pide que la acompañe al baño.

-Olivia, ¿te fijaste en Pedro?-

Yo respondo – ¿Qué pasó?-

-Tiene una actitud rara con todas, esta pasado de copas y está coqueteando incluso con nosotras-

Regresamos a bailar y me fijo en las actitudes de Pedro, mi amiga tenía razón, incluso lo hacía estando yo a lado de él. Ahí comenzaron las discusiones.

Cada vez que salíamos Pedro se emborrachaba y coqueteaba con quien se le cruzara por delante. Todas esas noches terminaban en discusiones.

A pesar de todo seguimos juntos, deje de salir a bailar con él. Ahí comenzaron mis inseguridades hacia él e incluso hacia mí. Poco a poco mi autoestima comenzó a bajar. Dejé de hablar con hombres porque él se molestaba. Dejé de salir a bailar porque él se molestaba.

En el transcurso de la relación intentamos separarnos varia veces, pero siempre volvíamos a lo mismo.

-Porque sigo en esto sí sé que me engañará en cualquier momento, ¿qué me está pasando? - pensaba Olivia, caminando hacia la casa de Pedro.

Los sentimientos de Olivia hacia Pedro se habían intensificado de una manera desbordante, era su primera relación formal, a diferencia de Pedro.

Pasaron dos años, Olivia y Pedro fueron beber junto a Lucia, una amiga de ella, que estaba de cumpleaños y después a bailar.

Esa noche cada uno se fue a su casa, todo normal.

Pocos días después de esa noche Olivia y Pedro habían realizado un viaje al fin del mundo.

De regreso a su ciudad Olivia, recibe un mensaje de Lucia "Amiga, ¿juntémonos hoy?".

Ese día yo estaba feliz, el viaje fue hermoso e incluso me sentía capaz de comenzar algo más serio con Pedro, irnos a vivir juntos (algo que nunca se me había pasado por la cabeza). Iba camino a juntarme con Lucía, las abracé ya que hace mucho no nos veíamos y fuimos a un bar. Yo le contaba todas las anécdotas del viaje y ella sobre su vida.

-No sé cómo decirle esto, no la quiero ver sufrir pero tampoco le puedo mentir, sabiendo que es una de mis mejores amigas – Pensaba Lucia.

-Amiga ¿tu estas bien con Pedro?- Dijo Lucia

-Sí, más que bien. Incluso creo que hasta me iría a vivir con él, estoy enamorada y feliz.

-Ah pero tú me había dicho hace un tiempo que ya no te sentías cómoda... te tengo que contar y no sé por dónde empezar- Dijo Lucia.

-Dime ahora por favor, sé que es algo malo así que hazlo rápido- Dijo Olivia con el corazón acelerado.

-Bueno, ¿te acuerdas de ese día que salimos para mi cumpleaños? – Dijo Lucia – Ese día tú tomaste un taxi a tu casa, Pedro y yo nos fuimos en otro ya que vivimos cerca...

Cuando escuchaba sus palabras no entendía nada, mi mente se nublo y mi corazón se aceleró aún más.

-Mientras íbamos en el taxi Pedro me dijo que fuéramos a su casa para seguir bebiendo ya que hace tiempo no salía y quería seguir pasándola bien. Pedro estaba borracho y yo también.

Comencé a llorar, lo que Lucia decía no me lo esperaba para nada pero aún no escuchaba la peor parte.

-Yo le respondí que al día siguiente tenía que trabajar, él me dijo que me podía ir a dejar en moto en la mañana, yo le seguía respondiendo que tenía que trabajar... Nos bajamos juntos y fuimos a su casa. No lo pensé, fue algo impulsivo. Yo estaba ebria y él también. Yo nunca te haría daño pero esto lo tenía que decir, ya no aguantaba más.

En ese momento se me partió el corazón, así como muestran en los dibujos animados. Pensaba que todo esto era un mal sueño y que a mí eso no me podía estar pasando. Ella me abrazó, pidiendo disculpa y llorando. En ese momento yo sólo pensaba en Pedro, como me pudo hacer esto.

Tomé mis cosas y salí del bar. Pedro me llamó para decirme que me pasaría a buscar a mi casa para cenar en la de él. Yo ni siquiera sabía cómo podía estar caminando, no podía parar de llorar.

Llego a mi casa y él estaba afuera, entré sin saludarlo... necesitaba lavarme la cara, tomar agua para tranquilizarme un poco. Respiré y salí.

No esperaba que este momento llegara tan pronto pero ahí estaba yo... frente a él y mirándolo con lágrimas que brotaban sin parar, sentía que el corazón me dolía debido a la noticia que me había dicho una de mis mejores amigas. Lo miraba y él no entendía que estaba pasando, me intenta abrazar pero yo lo alejo de manera agresiva. Él no sabía que me acababa de partir el corazón, no sabía que yo nunca había sentido este dolor, no sabía que él era mi todo pero que de un momento a otro se convirtió en la primera persona que me rompió el corazón.

¡Ya no quiero seguir sintiendo esto! Hasta que llego él... 

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⏰ Last updated: May 10, 2018 ⏰

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OliviaWhere stories live. Discover now