Suspiró y avanzó, nueva había entrado a la habitación de la latina, pues podían hacer los deberes tranquilamente en la sala.

Noo, Gabriela no dejes a Troy, no seas webonaaa.— Oyó la voz de su amiga a través de la puerta, al igual que el sonido del televisor.— I gotta go my own wayyy.— Sonrió levemente al oírla cantar y sollozar.

Abrió la puerta lentamente, encontrándola en su cama usando su pijama, con los ojos rojos al igual que su nariz, con una caja de pañuelos en su mesa de noche.

La chica se sorprendió al verlo en su casa, iba a hablar, pero de sus ojos cayeron más lágrimas, lo único que hizo fue ponerle pausa a la película que estaba viendo.

—¿Estas bien? — Preguntó sentándose en la esquina de la cama, después de dejar al gato en el suelo.

La chica negó tallándose los ojos.—¿Que haces aquí? —

—Vine a verte, no contestabas mis mensajes. — La chica bajó la cabeza.

—Perdón. —

—No importa, mejor dime que te pasa.— Las lágrimas volvieron a salir.

—Me habían dado dicho que iba a tener una sesión de fotos para la portada de una revista.— Comenzó sollozando. — Pero se lo dieron a otra al último momento.— Al chico le dolía verla así.— Trabajé muy duro para nada.— Se aferró al pecho de su amigo.

Él solo la abrazó mientras daba palmaditas en su espalda.— Esta bien...—

—No, no está bien.— Se separó para verlo directamente a los ojos.— ¡Se lo dieron a otra porque se acostó con el director de la sesión!— Dijo con asco.— Agg, es una perra, sólo por eso me botaron a mi.— Zarandeó levemente al oji-morado.

—Estoy seguro que tendrás una mejor oportunidad. — Trató de animarla.

Ella negó. — Yo soy más bonita que esa rubia hueca, o es que... ¡¿Es porque es más chichona que yo?!— Preguntó con desesperación mientras lo volvía a zarandear, el chico se quedó mudo por vergüenza a responder ese tipo de preguntas.—Es por eso, solo porque soy más plana.— Volvió a sollozar, hundiendo su cara en el pecho de su compañero.

El chico suspiró bajando los colores de su rostro.

Para él ella estaba normal, era muy linda y tenia un bonito cuerpo, es cierto que no tenía tantos atributos como otras chicas, pero lo compensaba con sus anchas caderas y su cintura pequeña.

Negó sacando esos pensamientos de su cabeza, sintiendo como ella seguía llorando bajo su abrazo.

—Oye.— Dijo suavemente separándola. — Tu dijiste que esa rubia era plana por atrás, ¿No?— Aguantó la vergüenza.

La chica asintió. — No tiene nada por atrás.— Dijo tallándose los ojos.

—¿Y acaso no se ve horrible que tenga tanto por adelante, si por atrás es más plana que una tabla?— La chica rió levemente.— Puede ser que no tengas tanto... P-pecho como ella, pero tienes una bonita cintura y por atrás eres...— Trató de seguir, pero su cara ardiendo no se lo permitía.

La chica se sonrojó un poco, pero rió para que no siguiera avergonzándose así. — Gracias...— Volvió a hundirse en su pecho, abrazándolo mientras se relajaba.

El chico comenzó a acariciar su cabello mientras recuperaba su color natural.

—Hitoshi.— Dijo aún con su rostro oculto.— Te quiero mucho. — Admitió reafirmado su agarre.

Pasaron unos segundos, la chica no esperaba una respuesta acostumbrada.

—Ya también.— Respondió aún acariciando su cabello.

La chica tembló por unos segundos, en los que las lágrimas volvían a salir, pero ahora de felicidad.

—Shinsou...— Lloró más fuerte.
  
  

El chico sintió la respiración relajada de la castaña, separándola lentamente.

Y como supuso, esta había quedado dormida.

También observó su camisa del uniforme, empapada con las lágrimas de su amiga. Suspiró.

La acostó y arropó en su cama, se levantó observando la hora en su celular, ya era hora de irse.

Dejó una nota encima del móvil de la de ojos oscuros, donde supondría lo vería.

Y salió del apartamento, no sin antes darle de comer a Erased y despedirse del portero.

Salió del edificio sonriendo mientras pensaba en lo cálido que había sido tenerla entre sus brazos.

Mi razón ; Shinsou Hitoshiजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें