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†El comienzo de todo†

Finn llegó al hospital y vio al Pequeño Castaño en la recepción pidiendo unos papeles. Vio que el pequeño entro a una habitación y este no dudó en ir para allá.

-Hola Noah- dijo el rizado tomándolo de la cintura.

-Qué..que hace doctor- dijo quitando las manos de Wolfhard de su cintura.

-Te pongo nervioso- acorralo al oji-verde, tomando sus muslos para cargarlo. Su mano bajo hasta los pantalones del menor tomando su miembro.

-Doctor Wolfhard esto no está bien- una parte castaño quería irse pero la otra quería quedarse ahí aver que pasaba

-Nadie se va enterar- Mordió su labio y su mano pasó de estar en sus pantalones a adentro de su boxer.

-Ahhh Finn- el menor arqueo su espalda, su cordura había desaparecido por completo

-Quien que me acompañes a casa, quiero jugar contigo aceptas?- el castaño no quería aceptarlo pero también le tenía ganas a el azabache

-Si..- dijo para besarlo

[...]

El azabache subía las escaleras con el castaño en brazos mientras se besaban. El rizado desabrochaba su camisa, después tiro a Noah a la cama y empezó a lamer su cuello dejando marcas rojas y moradas

-Mmm...ahhh finnie en el cuello no- el menor soltaba pequeños gemidos, Finn había descubierto el primer punto débil de Noah

-Enserio quieres que pare bebé- dijo Finn para luego quitarle el pantalón y masajear su bulto

-Ahhh N..no pares...ahhh...- el menor era consciente que los dos estaban desesperado, se tenían ganas y no dudarían en saciarlas

Finn bajo su boxer y el de Noah quedando ya, completamente desnudos. Rápidamente el azabache lamió el glande del menor recibiendo un gemido de su parte.

-Ahhh amor... No.. pares.. Ah sigue así- el menor arqueaba su espalda y agarraba los rizos del mayor empujándolo más al fondo.

-No lo haré- el mayor volvió a meter el miembro del menor, Noah gemía por las lamidas largas y placenteras que le daba el mayor.

Finn volvió a su cuello y empezó a hacer más chupones. Quería desesperar a Noah y lo estaba logrando

-Finnie te dije que en el cuello no!-Finn seguía lamiéndo su cuello- en el cu..e.llo no, ahhh, ¡¡basta!! metemela metemela ya- el menor grito desesperado, el azabache había conseguido lo que quería

«Enserio Ellie, el me ama»

-Sera un gusto angel- abrió sus piernas y entro de golpe en Noah

Noah gemía como loco, nunca podría acostumbrarse a la masculinidad del azabache. Estaba en una nube de placer, algo entre el cielo y el infierno.

Amantes// FOAH Where stories live. Discover now