Demon Lord

Lost and Damned

La arena estaba completamente vacía, solo se encontraban Phelesmon, Lisa a una distancia segura y Vamdemon aún en su forma humana. El enemigo sonreía con mucha seguridad, parecía como si tuviera ganada la batalla.

—Todavía puedes arrepentirte murciélago, te doy una oportunidad, puedes ser mi vasallo—

—Te arrepentirás de tu insolencia— respondió tirando lejos el bastón.

Sin perder más tiempo, Vamdemon tomó su forma original, mientras el cuerpo de Byron en vez de caer incosciente, caminó en un estado de trance hacia donde estaba Lisa, para después caer incosciente. Vamdemon alcanzó a percibir, que esto era obra de Homeostasis, ayudando un poco dentro de sus posibilidades.

Casi había olvidado como era ser él mismo, un digimon. Phelesmon no estaba del todo equivocado con lo dicho anteriormente, el vampiro se había acostumbrado demasiado a vivir entre los humanos, pensó en mirar a Lisa para ver si se encontraba bien, pero decidió confiar en sus sentidos, estaba seguro de que ella seguía allí sin sufrir ningún daño. Sabía que no era buena idea mostrar al enemigo preocupación alguna.

Vamdemon se miró las manos y sonrió con gusto de ver su forma original —Vas a caer Phelesmon— Después de decir esto, alzó los brazos y cubrió el área de una neblina oscura y espesa, una variación de la técnica Cloud Minion.

—¿Crees que con estos juegos infantiles podrás aventajarte?— preguntó Phelesmon, pero no hubo respuesta alguna. El demonio miró a todos lados buscand, pero el príncipe de las tinieblas se había escabullido. —Esta neblina es demasiado espesa, no logro percibir la presencia de Vamdemon— dijo para sí.

Como un fantasma Vamdemon apareció detrás del adversario sin levantar sospecha alguna —¡Bloody Punch!—una ráfaga de golpes consecutivos arremetió a Phelesmon quien recibió cada uno de ellos sufriendo tanto daño que apenas podía reaccionar.

El enemigo trató de recuperar su postura con poco equilibrio, pero falló en el intento, al ser enredado con el látigo de energía carmesí Bloody Stream. La tensión era tan fuerte combinada con la descarga que transmitía para torturarle.

—¡Bastardo, eres un cobarde! ¡¿Cómo te atreves a atacarme por la espalda?!— gritaba Phelesmon enfurecido, mientras sufría el castigo de la técnica.

—Deja de llorar, que apenas comienzo—

Todo apuntaba a la victoria, Vamdemon tenía controlado al rival y el daño que le propiciaba era constante. La pelea no se prolongaría tanto como estimaba —Debo darte las gracias, hacía mucho tiempo que no tenía una batalla tan divertida y menos con una presa tan interesante como tú— Phelesmon no respondió nada, estaba consumido por la rabieta que le provocaba llevar la desventaja.

Tras un momento de silencio el demonio comenzó a reír desquiciadamente y en medio de su agonía, hizo contacto visual con el vampiro y echó un grito hacia él, que no pude evitar.

Este grito muy similar a un alarido, penetró todos los sentidos de Vamdemon, tanto que perdió la noción de casi todo y generó en él una ansiedad que jamás había experimentado, era como estar atrapado en la propia mente. No podía percibir nada del exterior, sólo este enorme dolor que no era físico.

Estaba entre el abismo de la locura y la agonía,  sin noción del tiempo y el sufrimiento parecía eterno, peleaba desesperadamente por salir de ese laberinto de alguna forma y cuando parecía que no acabaría nunca, Vamdemon escuchó muy sutilmente la voz de Lisa "Despierta".

Tras esto, recuperó el conocimiento, pero no era una buena noticia del todo. Las cosas no estaban bien al momento de despertar, se encontraba suspendido en el aire con el tridente de Phelesmon clavado en el pecho y una severa golpiza recién recibida que apenas lo dejaba moverse, había recibido demasiado daño mientras estaba fuera de sí.

—¡Buenos días, Vamdemon! Espero hayas disfrutado mi "Demon's Shout"—exclamó el demonio quien sostenía su arma mientras empalaba al contrario, la neblina había desaparecido.