"... Atada ella, entre sus piernas, había un trozo de pastel y un cuchillo ensangrentado, el resto del pastel estaba en la cama junto a unas fotos de su sufrimiento..."
Naces en cuna de oro, creces con todo desarrollando trastornos y cuando llegas...
Alice me miró de vuelta con confusión, aún podía sentir mi incertidumbre y yo la de ella, por lo que no lograría jamás tranquilizarla a ella sin hacerlo conmigo primero.
—Es lo correcto. —Dije en su mente para tranquilizarla.
—Tambien tienes dudas.Sabes que lógicamente dos mentes no pueden equivocarse sobre lo mismo.
—Creo que la lógica no nos ayudará a formar un hogar, no sé de qué manera funciona esto, pero imagino que hay cosas que simplemente sientes correcto hacerlas.
—Un bebé en medio de los inicios de una inquisición, los humanos viven en su mundo de leyes y reglas con policías y bomberos, nosotros no. ¿A nosotros quién nos protege?
—Nos protegemos a nosotros y a él al dejar de lado lo que nos hace especial.
—Sabes que un sacrificio no vale de nada si no se hace inteligentemente.
Este auto le pertenece a nuestro amigo Floyd, pero en él habían fotos de un niño y una niña abrazando un cachorro. Junto a esto y alguno collares, se encontraba la foto de una mujer pequeña que imagino es su esposa. Lo que me hace preguntarme si él alguna vez sintió miedo de sus desiciones, de formar una familia. El chófer y mejor amigo de Floyd es un hombre uqe aparenta tanta tranquilidad, que me cuesta creer que haya tenido estos miedo. Ellos son más simples, ellos no pasan por esto.
Su excesiva calma da espacio para que mis nervios se alteren aún más, esperar en este auto es un castigo. Pasó la mano por su cabello canoso, rascándose la nuca, sorbió del vaso que guardaba en el portavasos, estirando un poco sus líneas de expresión.
—Ned —Sonreí de medio lado. —¿Ellos son tu familia? —Pausé la última palabra.
Alice se estremeció un poco de incomodidad, pero también quería sonreír.
—Si, hace ya bastantes años conocí a mi esposa y tuvimos un hijo y una hija. —Sonrió con dolor. —La foto es antigua, aun vivo con mi esposa pero mis muchachos... Bueno, ellos tienen sus vidas hechas.
¿Una vida hecha? ¿Porque habla tan extrañamente? No dijo que sus hijos murieron pero aún así se siente afligido.
—Lo lamento Ned, no sé a qué te refieres con una vida hecha.
—Simplemente ellos viven en sus casas con sus parejas y yo ya no les veo, los extraño un poco.
¿Sería mi hijo igual? De ser así, habríamos hecho todo esto en vano o por algo que no lo vale. No debo pensar esto, pero es difícil evitar cuestionar todo.
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