Una Perfecta Extraña

Reencuentro

-¿¡¡Estas bien!!? ¡Emma mírame! ¡No! no te muevas.

Solo pude escuchar eso antes de que mis amigos llegaran hasta donde estaba, pero aun me sostenía en sus brazos y era tal como lo recordaba.

Por seis años intenté olvidar todo lo que me había echo sentir, pero estando ahí, en sus brazos, note que no había logrado olvidar nada.

Sus manos con dedos delgados como me encantaban, su piel con un tono pálido y tan suave, la mas suave que había podido acariciar, su cara se tornaba rosa o roja dependiendo de que tan tímida o molesta se sintiera, sus ojos, esos ojos con el color gris perfecto que hacían juego con esa pequeña y fina nariz y con esos labios delgados color rosa, esos mismos labios que había besado cuantas veces pude y su voz, bueno su voz era mi perdición, un timbre suave que al mismo tiempo sonaba ronca.

Realmente la recordaba tal y como era.

Simplemente, la chica de la que hace seis años me enamore, la chica que me había enseñado la palabra "te amo" y su mas completo significado. Aunque también me mostró el dolor más grande que jamas había sentido y la palabra traición, que desde entonces había asociado con su nombre.

-¡Jesse! ¿qué haces aquí? ¡Suéltala ya hiciste suficiente!

Era Rodrigo, gritándole, culpándola y tratando de arrancarme de sus brazos

-Ahhh!!!

Grité de dolor tratando de tomarme mi brazo

-¡No! la estas lastimando- grito Jesse a Rodrigo

-Pues suéltala para que la pueda agarrar

Con el dolor muy fuerte en el brazo y aturdida aun, no entendía que pasaba y al tratar de levantarme Jesse me abrazo.

-No, Te puedes lastimar más.

Rodrigo se molesto y Marie lo tomo del hombro.

-¡Ya basta! Esta lastimada no se puede mover, cálmate

Luisa hablaba a una ambulancia aunque yo no entendía porque.

-Solo es una caída- replique

-Créeme no lo es.

Jesse me dijo mientras Marie me ponía algo en la cabeza.

Fue cuando sentí que mi cara estaba mojada y vi las manos de Jesse con sangre, la mire a los ojos y me desmaye.