La chica y el dragón

capitulo 1:

Ese dragón era muy temido por todos, pero se sentía nervioso por la presencia de alguien, pero ese alguien no era ni mas grande, ni más fuerte, ni más aterrador que el. Ese alguien era una joven muchacha, o mejor dicho niña, de largo y un ondulado cabello castaño que recogía en una pequeña media cola, traía puesto un viejo vestido de color café y un delantal sucio lleno de tierra y estaba descalza con unas vendas en sus tobillos, mirando el pueblo desde la boca de la gran cueva desde en donde se encontraba el gigantesco animal mirándola ansioso. El dragón tenía un dilema existencial con respecto a esa niña "¿la mataba?", "¿se le acercaba amistosamente?", "¿la dejaba tranquila hasta que se fuera sola?",  después de meditarlo un rato, finalmente decidió simplemente dejarla tranquila y esperar a que se fuera, por algún motivo no quería hacerle daño, pero al intentar irse de allí golpeo un montón de rocas, haciendo que estas cayeran e hicieran mucho ruido alertando a la chica.

-¿quien anda ahí?- pregunto la menor en un tono inocente, pero sin miedo

-...- no hubo respuesta por parte del dragón gracias a su nerviosismo

-vamos, solo soy una niña... no podre hacerte daño, a no ser que seas un animal muy pequeño como un conejo o como un hada- dijo la menor

El dragón dudaba si hablarle o no, pero no podía dejar que la niña se introdujera al corazón de la cueva, así que saco el valor (como siempre) y se hizo el intimidante para intenta aterrar a la chica

-niña... es muy peligroso que estés aquí- hablo con una voz increíblemente poderosa

-¿Por qué peligroso?, no he visto lobos o zorros por aquí cerca, todos temen pasar por el bosque y acercase a la cueva, dicen que aquí vive un temible dragón que nunca muere, pero no creo en esos cuentos de ancianos- hablo con seguridad la pequeña

-mph, harías bien en creer en ellos...- la replico la criatura desde las sombras

-¿por qué?-

- porque esas historias son reales...-

-¡¿de verdad?!-exclamo la niña emocionada- ¿me puedes decir dónde encontrar al dragón?-

- ¿y para que querrías saber donde se encuentra un animal que podría matarte en cosa de segundos?-

- es que desde que escuche de el quise conocerlo...- después de una breve pausa siguió con energía- ¡VAMOS! ¡Dime dime dime dime dime dime dime dime! dim-

-¡YA CALLATE!- grito el dragón soltando una gran llamarada de su boca y saliendo volando mostrando por completo su escamoso cuerpo. -¡TE HABIA DICHO QUE TE FUERAS!

El dragón era un gigantesco animal, o mejor dicho lagarto de unos 30 metros de altura y casi 40 metros de punta de nariz hasta la punta de su cola, era de un color rojo anaranjado y su pecho y parte de sus gigantescas alas eran totalmente blancos, en su cabeza cerca de la boca tenia protuberancias parecidas a piedras puntiagudas y dos grandes cuernos muy cercanos a sus orejas, su hocico era puntiagudo y sobresalían sus grandes y afilados colmillos. Pero lo que más impresionaba de el eran sus preciosos ojos celestes, posicionados sobre su nariz que le daban un pequeño aire de humano. Simplemente a la niña no pudo evitar sonreír en vez de asustarse al ver al dragón, majestuoso como se lo había imaginado.

-¡ERES TÚ!- grito con fuerza la castaña para ser escuchada.

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