Me Rindo

5.1K 406 35
                                    

Recuerdo aquellos bellos momentos que pasábamos juntos cuando éramos solo unos niños.

Recuerdo que siempre corrías a mi lado cada vez que me veías caer, llorabas conmigo porque no sabías como parar mi llanto, y, Dios, era tan gracioso eso; los dos llorando por no saber qué hacer, pero solo éramos unos niños que siempre estábamos en la inocencia.

Recuerdo que prometimos siempre estar juntos en las buenas y en las malas... mas, eso solo ya es un recuerdo lejano, un recuerdo que se fue olvidando con el pasar del tiempo, o mejor dicho, fuiste tú el que, con el paso del tiempo, olvidó esa promesa.

Y heme aquí, a mis veinte años, viéndote sufrir y llorar por alguien más.

No quieres escuchar a nadie, te escondes en tu habitación, huyes de todo pensando que todos te harán daño.

A mí, siendo tu amigo, no me dejas entrar a tu habitación cada vez que voy de visita, y eso me duele, lastima a mi pobre corazón.

Y maldigo cada día a esa mujer que te ha hecho sufrir, maldigo aquel día por no ser valiente y decirte cuanto te amo.

Créeme que no era la única vez que pensaba hacerlo, pero cada vez que quería decírtelo tú llegabas a mi casa, feliz, y me contabas que ya tenías pareja.

Cuando tú te ibas, yo lloraba.

Verte todos los días feliz con ella provocaban un dolor en mi pecho, tú eras feliz de contar con tu amigo para contarle todo lo maravilloso que era tu pareja, pero lo único que me provocabas era dolor, un agudo dolor en mi pecho, y las ganas de llorar no podían faltar, pero siempre me mostré contigo con una sonrisa, aunque por dentro tú me lastimabas sin saberlo.

Y nuevamente estoy frente a tu habitación, pero esta vez no me alejas, sino que al fin me dejas entrar a tu morada, y eso me alegra.

Pero esa alegría no dura.

Hay un desastre en tu habitación, pero eso no me importa, no, lo que provoca mi angustia es verte a ti, al fin, pero no como me esperaba. Tus ojeras son profundas, tus ojos están hinchados de tanto llorar y te hermoso cabello plateado está maltratado y muy despeinado, todo en ti era un desastre.

Las ganas de llorar al verte así me embargan, pero me contengo. Sé que me has dejado entrar porque ya no puedes soportar todo aquello, que necesitas a alguien con quien contar y quien mejor que tu "mejor amigo".

-La amo -Es lo primero que dices después de mucho tiempo, esas palabras provocan en mi un sentimiento de dolor y rabia; aquella mujer no merece tu amor, no merece tus lágrimas derramadas, ni tus noches en vela; en cambio yo... te demuestro cada día cuanto te amo, pero mi sentir siempre pasa desapercibido ante ti.

-¿Por qué? -Es lo único que se me viene a la mente y digo sin pensar, ya no hay vuelta atrás -. ¿Por qué la sigues amando? ¡Por Dios, Viktor, te engañó con casi la mitad de la escuela!

-¡Eso no es cierto! ¡Eso es mentira! ¿Por qué crees en los chismes de otras personas, Yuuri? ¡Se supone que eres mi amigo!

-¡Y justamente porque soy tu amigo te digo esto! -Suelto y después suspiro lentamente para calmarme un poco, sin embargo, sé que es imposible -. Vitya...

-¡No me llames así, solo ella tiene derecho de decirme así! -exclamas ferozmente y tus palabras se clavan como estacas en mi corazón.

Ahora me doy cuenta, ya no eres mi Vitya, ya no queda nada del cual me enamoré.
Quiero llorar al ver cómo me tratas, como a un extraño, no como a tu mejor amigo de la infancia.

-Ella te engañó, y no lo digo por los chismes de la escuela, lo digo porque yo la vi con varios chicos...

-¡Eso es mentira! -Levantas tu mirada hacia mí, dejándome ver tu rostro enojado a causa mía, sólo por decir la verdad.

Me RindoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora