Nick y yo teníamos la teoría de que era gracias a una chica que lo traía loco y que le había hecho abrir los ojos, ya que le escuchamos hablar por teléfono con alguien a quien le decía que estaba intentado arreglar las cosas y que era todo gracias a ella.
No sé quién sea esa chica, pero estaré agradecida de por vida, es la única, aparte de Alec, que a conseguido que Ethan se comporte menos como un imbécil.

Avancé en dirección a la pareja cuando ya se estaban separando. -No seas una lapa y dale un abrazo a tu mejor amiga. -Joe sonrió y me atrajo a sus brazos, abrazándome con fuerza. De reojo vi como Valeria y Andrea se lanzaban a los brazos de Ashton.

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Después de alquilar dos coches y dejar todas las maletas en la que todavía era nuestra casa, nos dirigimos hacia la casa de los Riverwood. Al llegar nos bajamos de los coches y mis hermanas me hicieron una seña indicándome lo que me tocaba hacer.
Miré hacia el ventanal de la casa, donde se podía ver a la mayoría de la familia. Era propiedad privada pero Thomas ya sabía que veníamos y nos había dejado las puertas de fuera abiertas.
Cogí mi teléfono y marqué el número de mi novio, al que pude ver como cogía el suyo con rapidez.

-¿Como se puede tardar tanto en cambiar un vuelo? -expresó indignado, a lo que yo me reí. -¿De que te ríes? No puedes dejarme así sin saber nada de ti o de cuando voy a volver a verte.

-No me digas cosas así, me haces sentir mal por mentirte. -le dije divertida.

-¿Mentirme? -preguntó. -¿De que hablas?

-De que definitivamente debería intentar ser actriz. -hablé sin explicar las cosas, sabiendo que así conseguiría exasperarle. -En lo que no te voy a mentir es en decirte lo bien que te queda esa camiseta. -escuché como mi familia se reía y yo amplíe mi sonrisa al ver como Aiden miraba por la ventana como si hubiera visto un fantasma.

-Tienes que estar de broma. -susurró.

-No. Te acabo de decir que no mentía, esa camiseta te queda a la perfección. -me burlé de su estado de incredulidad. Él pareció reaccionaron eso, porque lanzó el teléfono al sofá y corrió fuera de la habitación, su familia miró en nuestra dirección para intentar entender su comportamiento y cuando nos vieron, sus hermanos repitieron su acción.
Lo vi salir por la puerta apurado y se quedó congelado ahí sin saber qué hacer, por lo que abrí mis brazos y sonreí. -¡Hemos vuelto! -después de mi grito, Aiden corrió hacia nosotros levantándome en sus brazos cuando estuvo junto a mí.

-Estas aquí. De verdad estás aquí. -me reí y el me apretó más. -¿Pero no habían cancelado los vuelos?

-No, te dije que nuestro vuelo era horas después de lo que en realidad era y te llame cuando ya estaba aquí. -dejé un beso en su cuello mientras inspiraba su perfume.

-Eres mala. -me dijo fingiendo enfado.

-¿Sorpresa? -el se rió y apartó su cara de mi cuello.

-La mejor sorpresa del mundo. -ambos sonreímos y nos besamos por un largo rato.

-Chicos más decencia por favor. -Jacob nos dijo asqueado. Separé mi cara de la de Aiden para mirar a mi hermano mientras mi novio repartía besos por todo mi rostro.

-Paula y Aiden están fuera de servicio, inténtelo más tarde. -Jacob rodó los ojos y yo le guiñé el ojo, volviendo a girar mi cara para besar de nuevo a mi chico.

****

Después de la cena navideña cortesía de la familia Riverwood, como buena acción al ser 24 de diciembre; todos nos sentamos en el salón con tazas de chocolate caliente disfrutando del ambiente, haciendo cada uno actividades diferentes.

-¿Crawford todavía no lo ha asimilado? -estaba sentada de lado en el sofá, con mis piernas encima de las de Aiden. Le miré confundida.

-¿Porqué lo dices? -el hizo un gesto con la mirada a algo que estaba enfrente suyo y yo miré el la dirección indicada; ahí estaba Crawford con el ceño fruncido mirando a Valeria y Andrea, que estaban con Aaron y Jaxon haciendo cosas tiernas de pareja.

-Se supone que sí. Quiero decir, los tres hablaron y aclararon que estaba todo bien. -hice una mueca. -Supongo que es porque es la primera navidad que sus mellizas no le dan todo su amor a el.

-Nosotras nos podemos hacer cargo de eso. -miré a mi izquierda, donde Sarah, Emily y Sofía se levantaban de sus asientos y se acercaban a Crawford. El levantó la mirada al verlas llegar y les miró con confusión. Las mellizas de Aiden se sentaron una a cada lado y Sarah se quedó frente a el; cuando mi hermano iba a hablar, la mayor de los Riverwood sacó una ramita de muérdago y Crawford recibió tres besos, dos en cada mejilla y uno en la frente, donde se le quedó la marca de pinta labios. Él se puso completamente rojo de la vergüenza y se escucharon silbidos y gritos juguetones haciendo que el se quisiera morir ahí mismo.

-¿Tu vas a besarme bajo el muérdago? -Aiden puso los ojos del gato con botas e hizo un tierno puchero.

-No necesito una planta para besarte idiota hormonal. -dije divertida.

-Demuéstramelo nerd. -susurró cerca de mi cara. Agarre el cuello de su camiseta y lo atraje hacia mi besándole. Después de unos cuantos segundos nos separamos y nos miramos a los ojos.

-Te quiero. -le dije.

-Te quiero. -él me respondió.

-¡Está Bien! ¿Quién quiere jugar? -Thomas entro a la sala sacudiendo juegos de mesa siendo seguido por mi padre que traía más. Todos se emocionaron y empezaron a acercarse. -Una familia contra la otra.

-Como no. -soltó Aiden riéndose.

-¿Tienes miedo de perder? -me levanté y le sonreí cínica.

-Cuantas veces tendré que repetírtelo. -él también se levantó. -Yo siempre gano Thompson.

-Demuéstralo Riverwood. -hablé desafiante.

Al fin y al cabo, éramos quiénes éramos y competir es lo que hacíamos.

FIN

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No sé si reír, llorar, alegrarme o deprimirme.

Aquí está. El final de libro.

Gracias.

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Guerra de FamiliasWhere stories live. Discover now