Fantasías Eróticas

42. Separación definitiva

─Si sigue bebiendo así va a terminar siendo un alcohólico.

─Ya nada me importa.

─¿Y su hija? Acaso, ¿no le importa su hija?

La expresión de Yunho cambió en seguida. Desde el día que su madre le echó definitivamente de su vida, se aferraba a ella, a su deseo de verla crecer para no cometer una locura.

─Ella y su madre son lo único que me importan.

─Entonces deje de beber e intente solucionar lo que sea que está pasando.

─Ya no hay remedio, las perdí para siempre.

Ashley suspiró profundamente antes de hablar, le costaba ver a su jefe reducido de ese modo.

─Pueda que haya perdido a su esposa; pero no a su hija, usted es abogado sabe que puede pelear su custodia, en caso de que ella no le deje ver a la niña.

─No se trata de que no pueda verla, BoA no me ha negado ese derecho.

─Entonces, ¿de qué se trata?

─Ya no somos una familia ─dijo Yunho con los ojos vidriosos por las lágrimas contenidas─, de eso se trata. ¡Maldita sea, dame esa botella!

─Si de verdad su hija lo es todo, no se convierta en un alcohólico ─Ashley le miró severamente─. Por favor dese una ducha ─continuó ella─, y vayamos a la oficina.

─No voy a ir, lo pensé muy bien antes de renunciar.

─Entonces, también renunciaré.

─No es necesario, eres muy eficiente y estoy seguro que te asignaran otro puesto.

Yunho se puso de pie y entró a su recámara, cuando regresó le entregó un sobre a Ashley.

─¿Qué es esto?

─Tus prestaciones.

Ashley negó con la cabeza.

─Me niego a aceptar que ya no será más mi jefe, voy a extrañarlo horriblemente.

─Yo también te voy a extrañar, Ashley, de verdad. Pero ahora no estoy en condiciones de nada y es mejor salir por la puerta ancha que dar un espectáculo lamentable. Eso sería peor para mi carrera. Cuando me reponga de todo esto, quizás podamos reunirnos de nuevo.

─Realmente deseo que así sea, pero si no deja de beber, jamás va a reponerse.

─Sé que no es la salida más sabia ─aceptó Yunho bajando la mirada─. Pero como te dije, estoy pasando por un mal momento.

─Lo entiendo, pero debe poner de su parte ─Ashley entendía demasiado bien lo que era una vida arruinada por el alcohol. Su padre murió preso de ese vicio después de arruinar la vida de su madre─. Hágame caso y dese una ducha ─sugirió intentando sacarlo del letargo en que se encontraba─. Mientras, yo limpiaré todo esto.

─Ese no es tu trabajo ─dijo él, incómodo─. De verdad no lo hagas.

─No lo hago porque sea mi trabajo, sino porque me considero su amiga y quiero ayudarlo. Vaya, hágame caso y dese la ducha, yo me encargaré de lo demás.

Ashley empezó recogiendo los desperdicios de comida arrojados por el suelo, después llevó platos, vasos, tazas y demás utensilios a la cocina. Se quitó los zapatos de tacón y trapeó el piso de la sala y el comedor. Cuando Yunho salió de su recámara, la encontró en la cocina fregando la montaña de trastes sucios que había en esta.

─Realmente me da vergüenza que hagas todo esto ─dijo con expresión afligida.

─No es nada ─respondió ella volteándose para mirarlo─. Ahora sí parece usted de nuevo.