2- petulancia

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- Disculpa, ¿repites eso último? Miyuki frunció el ceño, quizás tenía sucio los oídos y por eso no había escuchado bien que el pitcher de primer año le estaba prácticamente gritando en la cara.

- Te digo que me gustas y que quiero que tengamos una cita - Sawamura volvió a repetir todo tal cual lo había dicho la primera vez, se veía agitado pero no de una forma que pudiera preocupar a alguien ajeno.

- "Quien lo diría, escuche bien".

Por alguna razón a Sawamura se le salieron todos los nervios que llevaba encima desde que había hablado con Kuramochi, y Kazuya se veía bastante tranquilo para la situación en la que se encontraba.

- Unmm no gracias el de lentes dijo con desinterés y usando un tono como si todo lo que el menor le hubiera dicho hubiera sido un chiste.

- ¿AH? ¿Por qu no? volvió a gritar.

- No tengo interés en salir con alguien tan idiota como tú - se rio y Sawamura sonrojo.

Miyuki había empezado a caminar pero al no escuchar respuesta de parte del menor se volteo y lo busco con la mirada. Sawamura estaba parado aun ahí, con los puños apretados y mirando fijamente el suelo, desde la perspectiva de donde estaba el de segundo año el moreno parecía que estaba haciendo una mala mueca, esa que hacen los niños pequeños cuando intentan retener las lágrimas. Suspiro.

- "Genial, sentimientos de culpa vengan a mí".

- 6 horas - dijo de repente - Si salgo contigo en una cita por 6 horas desistirás de esos absurdos pensamientos, ¿de acuerdo?

- "No son absurdos pensamientos, idiota Kazuya idiota".

Sawamura apretó los parpados con fuerza para alejar los pensamientos y concentrarse en la oportunidad que el cátcher le estaba regalando.

– ¿Y puedo pedir lo que yo quiera en la cita? - Eijun había levantado el rostro a medias y miraba fijamente al mayor aun sin quitar la mueca de niño pequeño de la cara.

El corazón del de segundo año dio un pequeño vuelco.

– No doy besos en la primera cita

– NO IBA A PEDIRTE UNO - le grito sonrojado y Miyuki rio a carcajadas.

– De acuerdo, de acuerdo. El sábado después de almuerzo, podemos tomar el tren e ir a donde tú quieras. Ahora vete a dormir o no podrás despertar mañana - le regaño aun sin quitar la sonrisa de la cara, Sawamura contesto de forma animada y salió prácticamente corriendo hacia su habitación.

El moreno suspiro, en que lio se había metido. En ese instante vio la máquina y noto que tenía marcado suficiente dinero como para un refresco, fue entonces que cayó en cuenta que Sawamura había corrido sin tomar lo que había ido a buscar.

Carcajeo de nuevo.

– "Sí que es un idiota". Pensó y apretó el botón de la máquina para tomar una cola, ya después le devolvería el favor al menor, y sin pensar nada más se fue a su habitación la cual probablemente aun debía de estar invadida por los de tercer año.

Sick of youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora