Sobre el infinito

Start from the beginning
                                    

—Házmelo difícil—contesté—, me gustan los retos.

Él rió, aunque se arrepintió de hacerlo, puesto que le causo dolor.

—Estoy en casa—murmuró después.

—Bienvenido—le contesté sonriendo por primera vez en mucho tiempo.

Se ha hecho costumbre. Cada vez que él regresa de una misión o de alguna reunión o simplemente después de un tiempo lejos, me dice lo mismo: "Estoy en casa". Lo dice y no necesariamente cuando cruza la puerta de nuestra casa o el umbral de nuestra habitación. Me lo dice dónde quiera que yo esté; así sea en mi taller, en el cuartel de SHIELD, en el desierto, en el mar más inmenso, en plena batalla. Sé que me lo diría incluso en el medio de la nada. El vuelve a mí y ésta en casa; y lo único que puedo decirle es "Bienvenido". Bienvenido siempre, porque en mí, sólo habita él.

Ahora, ya no tengo miedo a la muerte, ni siquiera a lo infinito. La muerte es sólo un salto. No le temo, puesto que sé que no es definitiva. Tengo la certeza ciega de fe que no moriré, y no lo haré porque mi amor es eterno. Comenzó un día, un día de invierno con una llamada que no era para mí. No, comenzó antes, mucho antes siquiera de que pudiera hablar, de que pudiera mantener recuerdos en mi cerebro, antes, quizá, de que siquiera estuviera en el horizonte futuro de mis padres.

Tengo la seguridad de que el universo, todos los universos posibles, en todos los tiempos existentes, han conspirado para que Steve y yo nos conociéramos. Cada vez tengo más seguridad de ello. Porque Steve bien pudo haber muerto muchos años atrás, o podría continuar congelado, y jamás cruzarse conmigo. Pero no, el destino lo trajo de regreso en momento justo; de otra manera, repito, jamás habríamos coincidido, y ese sí habría sido un destino horrible para cualquiera de los dos.

Es así que concluyo de la siguiente manera estás reflexiones que he hecho respecto a mi historia de amor, y es que ésta es eterna. Empezó y no terminará, incluso si morimos, continuará. Continuará en otra vida, en otro tiempo, en otro universo. Steve y yo nos encontráremos, siempre, incluso si nacemos a destiempo. Nuestro amor es infinito, es un loop que empieza donde termina, que se dobla en sí mismo una y otra y otra vez. Nuestro amor es así, y es la única manera en la que lo entiendo.

Somos esa clase de amor que una vez que empieza, no tiene fin, hay una palabra para eso, que lo define perfectamente; pero no puedo recordarla. No importa, ya lo haré. Tengo el infinito por delante, no tengo prisa por nada.

***

—Tony, ¿qué haces?

El castaño levantó el rostro, en la puerta de su despacho Steve había asomado medio cuerpo.

—Escribo un diario.

Steve rió levemente. —¿Un diario tú?

—Bueno, algo así.

—Pues son las tres de la mañana.

—¿Y?

—Y te quiero en la cama en tres minutos, Tony.

—¿Es una invitación, capitán?

—Es una orden, Ironman.

Tony sonrió divertido, dejó el bolígrafo sobre la libreta y empujó la silla hacia atrás, para ponerse de pie poco después y estirarse. Steve aguardó desde la puerta y sonrió cuando le vio caminar hacia él.

—Oye, Steve—Tony abrió un poco más la puerta y estiró los brazos hacia él— ¿Recuerdas que palabra describe aquello que inicia, pero no termina?

Steve se agachó un poco, lo suficiente para que Tony le rodeara el cuello con los brazos; y él mismo, lo acercó rodeándole la cintura. No contestó de inmediato, estaba intentado recordar. Conocía a Tony, y seguramente, estaba buscando alguna palabra extravagante. Pero bien dicen que, a veces, la mejor manera de encontrar lo que se busca es dejar de buscar, así que, dejo de pensar en la palabra: besó a Tony en su lugar.

Tony correspondió el beso, de hecho, era lo que quería desde que lo vio, desde que se había sentado a escribir.

Cuando el beso terminó se sonrieron, Steve rodeó los hombros de Tony con un brazo y, juntos se encaminaron a su dormitorio.

—Sempiterno—dijo Steve a medio camino.

—¿Eh?

—La palabra que buscas.

—¡Oh, cierto!—Tony tronó los dedos—. Es un buen título.

—¿Para qué?

—Para mi declaración de amor.

Fin

-+-+-+-+-+-+-

Espero que les haya gustado.

Como dije al principio, esto era un one shot fallido, que terminó siendo un documento ligeramente extenso (de unos cuantos capítulos). 

Debo decir que me ha encantado escribirlo, e intentar escribir decentemente por una vez jaja, porque, bueno, un genio como Tony debe expresarse bonito. Pero, probablemente, lo que me gustó  más fue el imaginar la evolución de un Tony adolescente a adulto, teniendo como fondo su amor por Steve. 

No tengo idea de que pase en IW, y nada pinta bien, pero esto no es el MCU, así que ¡finales felices para todos!

¡Mil gracias por sus votos, sus comentarios y lecturas!

Honestamente no creí que gustara tanto está pequeña historia, así que, para quienes la tienen en su lista de favoritos, les mando un beso y abrazo enorme; la escribí con todo el cariño que tengo hacia estos dos personajes, me alegra haber podido trasmitírselos, aunque sea un poquito. 

Y nada, ¡nos estamos leyendo!

(Diablos, tengo muchos pendientes...)  

SempiternoWhere stories live. Discover now