¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.

Capitulo 21; Mintiéndole a Hermione.

—Lo de Malfoy, es...–suspiro– no te lo quería decir porque sé como te pondrías. Ha estado molestándote desde que has puesto un pie en la escuela. Y créeme que no sé como se lo tomará Harry y Ron.

—Bueno, al menos me dices que te gusta. Con tal de que no estén juntos o algo, Harry y Ron no querrán matarte –dice algo divertida a lo que yo miro hacia otro lado, nerviosa– ¡Por Merlín, Aileen!

—¡Oh eso rimó!

—¡No me cambies el tema!

—Ok.

—¿Desde cuando? –pregunta mientras se cruza de brazos.

—Antes de la primera prueba...

—¡Antes de la primera prueba! ¿Cómo no me lo dijiste? –chilla.

—¡Por que sabría como te pondrías! Dios soy un asco como amiga, se que te ha humillado y yo me fijo en un idiota. Lo siento Mione, de verdad que no fue mi intención. Pero... yo no elegí...

Veo a Hermione con mis ojos algo aguados. Su semblante empezó a ablandarse y estiró sus brazos, para yo envolverme en los de ella. No lo había pensado así, Malfoy siempre la ha insultado y ahora me siento horrible.

—Eres mi amiga y te apoyaré en todo lo que sea, aunque estés con un idiota como Malfoy. Pero no seas ingenua, siento que Malfoy es alguien que no siente amor –añade.

—El conmigo es, distinto. Al menos siento que es así, incluso sonríe y eso es raro –molesto.

—Sólo espero que no salgas herida, Leen.

—Eres la mejor amiga, Hermione –la abrazo– gracias por preocuparte.

—Lo se –ríe– pero antes, ¿Cómo sabías lo del huevo?

—Bueno, la verdad es que...

—¡Llobett!

—¿Profesor Moody? –dijo Hermione– ¿Que esta haciendo aquí?

—¿Le dijiste a Diggory y a Potter lo que te dije? –preguntó ignorando completamente a Hermione. Al captar su pregunta asentí con la cabeza.

—Si. Se lo dije a ambos –acoté.

—Genial. –dice antes de mirarme con cara seria y marchándose.

—¿Moody te pidió que se los dijeras?

—S-si. Él ya lo sabía y quizo que... ayudara a Cedric y a Harry –dije no muy convencida. Hermione frunció el ceño.

—Mmm, bien. Bueno, será mejor que vaya a mi sala común a buscar mi libro de la siguiente clase. Oh, no lo olvides. Empieza a contarle a Harry sobre lo de Malfoy, lo sospecha pero será mejor que se lo digas pronto. Te ayudaré a calmarlo si sus celos de hermano protector salen a flote –se despide y veo como desaparece en el próximo pasillo de la torre de Gryffindor.

—Dios, qué difícil –susurro.

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—¿Y sabes que es lo peor? ¡Aún no me invita al baile! –chilló Pansy en el dormitorio mientras hablaba con Daphne. Ruedo los ojos y fijo mi vista en la carta que estoy escribiendo para mis padres.

—¿Estamos hablando de Draco Malfoy, no? –pregunta Daphne.

—¡Pues si! ¿De quien más estaría hablando? –Daphne me mira de reojo y yo levanto los hombros– ¿Y si ya tiene pareja? –se me revolvió el estómago.

—Pues búscate otra, Pansy –dice Daphne al entrar al baño.

—¿Y tu con quién irás? –pregunta cuando me ve abriendo la ventana para que mi lechuza salga– dudo que alguien te haya invitado.

—No te incumbe –solté mientras buscaba mi pequeña agenda– ¿Has visto mi libreta?

—¿Esa cosa rosada asquerosa? –pregunta con tono de asco.

—Si –conteste firme.

—No.

Comencé a tocar mis bolsillos de mi túnica y sentí un pequeño trozo de pergamino. Al sacarlo lo leí con el ceño fruncido

"Jueves, después de DCAO en la torre de Astronomía" –H.

¿Draco? Ok, esta vez no creo que sea Harry.

Estuve pensando que cosa querrá decirme. Draco no asistió a pociones y a ninguna de las clases anteriores. Tomé mis cosas y me dirigí hacia la torre de Astronomía. Al subir los últimos escalones vi a Draco apoyado en una pared mientras tenía algo en las manos. ¿Esa no es mi libreta?

—Creo que esto es tuyo –dice tendiéndome mi agenda, la tomé con rapidez– estaba en la sala común.

—Gracias –suelto– la estaba buscando hace harto tiempo, ya.

Estuvimos sumidos en un silencio incomodo. Solo nos estábamos mirando. Aclaro mi garganta.

—¿Para eso la nota? –pregunté.

—No –dijo firme.

—¿Por qué faltaste a las clases? –pregunto.

—Estaba con dolor de estómago. Pero fui con Madame Pomfrey y me dio una poción que estoy como nuevito –levanta los brazos mientras se acerca hacia mi.

—¿Para que querías que viniera? –pregunté algo nerviosa.

Siento como me acorrala contra la pared y recuerdo; nuestro primer beso fue en esta misma pared. Trato de ignorar su mirada hasta que siento su aliento a menta chocar con mi cara.

—¿Por que sigues poniéndote nerviosa cuando me acerco a ti, Aileen? –susurra.

Siento como mi corazón deja de latir. Me encanta cuando mi nombre sale de sus labios. Que modesta. Lo miro a sus penetrantes ojos grises

—No estoy nerviosa, ricitos de oro –susurro.

Noto como eleva una ceja y sonríe de lado.

—¿Quieres ir al baile de Navidad conmigo? –susurra sobre mis labios.

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