Capítulo 24

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Annabelle

Y aquí estaba yo tomando otra decisión totalmente estúpida, demonios parecía que no aprendía la lección pero hasta este punto sabía que las cosas no podían empeorar.

**Eso es algo que ya todos tenemos claro.

*Pero si hola, todas las decisiones que tomas tu son estúpidas.

**Si pero de mi ya es algo predecible, de ti no. En verdad que sabes como decepcionar a las personas.

*Solo mantén tu boca cerrada mientras continuo la historia.

Blaszczykowski y yo habíamos decidido regresar cueste lo que cueste así que teníamos un plan que tomaría por lo menos medio día completar pero al menos podríamos salir de este lugar.

—¿Llevas todo?—me pregunto mientras entraba a la habitación.
—Si— le conteste mientras cerraba mi mochila.

Ambos salimos de aquella cabala y comenzamos a caminar por la carretera para tan solo llegar a otra cabaña más próxima el cual recordaba que tenía vehículo espero que las personas sean amables, mire de reojo a Blaszczykowski tenia puesto sus auriculares, supongo que seria mas callado de lo normal.
Después de un rato comencé a sentir el cansancio el sol brillaba con intensidad y yo ya no podía mas por lo cual me sente un rato.

—¿Ya te cansaste?— pregunto Blaszczykowski mientras se sentaba a mi lado.

—No tengo condición física—confesé.

—Si se nota—contesto entre risas.

Nuevamente el ambiente se torno silencioso, oí a Blaszczykowski toser desde el día de ayer las cosas se volvieron algo diferente, aún discutíamos era claro pero había algo que se sentía fuera de lugar. Yo comencé a jugar con mi botella de agua.

—¿Continuamos? —pregunto rompiendo el silencio.

—No llevo ni un minuto sentada.

—Solo preguntaba... Y cuando Volvamos a casa, ¿que piensas hacer?

Mire a Blaszczykowski quien tenía su mirada en el camino también se veía algo incomodo ante el silencio así que supuse que sólo preguntó lo primero que vino a su mente.

—Supongo que podría irme con mis abuelos por un tiempo en lo que busco que quiero hacer.

—Es extraño oírte decir que no sabes que hacer.

—¿Y tu que piensas hacer al volver?

—Bueno irme a vivir al campus de la universidad no suena mal.

—¿Aun seguirás estudiando para heredar la empresa de tus padres? Pensé que querías hacer algo más.

—¿Que te hace pensar eso?

—No lo sé, solo no tienes mirada de empresario.

Aquello lo hizo soltar una leve risa, se levantó para girar a verme.

—Se termino el descanso andando el camino es largo.

Me recordó a lo cual solté un quejido algo irritada. Al querer levantarme el pecho de la mochila me empujo hacia atrás haciendo que callara cuesta abajo, recuerdo haber dado varias vuelta y golpearme con ramitas o pequeñas piedras. Cuando finalmente deje de rodar, me levante totalmente adolorida.

—¿Estas bien?— oí gritar a Blaszczykowski.

Cuando pensé gritarle muchas cosas indebidas sobre que como me sentía en realidad observe a un hombre con el rostro pintado de color blanco nos miramos fijamente por un par de segundos hasta que comencé a gritar, incluso el hombre gritó conmigo. Ambos nos callamos y volvimos a gritar.

—¿Que?, ¿Que? —oí decir a Blaszczykowski una vez que bajo, me miro y luego al hombre.
Y entonces comenzó a gritar con nosotros tome una rama del suelo y comencé a golpear al hombre extraño con esta.

—Ouch, ouch ya basta niña.

Comenzó a gritar el hombre, Blaszczykowski me quitó la rama y la lanzo lejos.

—Oye eso no se hace, solo es un nativo de la isla. Además acaba de pedir clemencia.

Yo mire a Blaszczykowski con un gesto de desagrado sentí mis rodillas arder y las mire estaba sangrando.

—¿Te encuentras bien pequeñita señorita?.

Yo voltee a ver al hombre sintiendo cierta nostalgia negué con la cabeza ante la loca idea que se me cruzo.

—No es nada grave— dije.

—¿Crees poder subir de vuelta?—pregunto Blaszczykowski.

—Es peligroso volver intentar a subir—comento el hombre— hay un caminó para regresar a carretera, pero tardarán un poco en llegar.

Blaszczykowski me extendió su mano me levante de nuevo y di unos cuantos paso los cuales me dolieron no pude evitar hacer una mueca de dolor.

—Creo que tu novia se lastimó.

—No soy/es su/mi novia- dijimos Blaszczykowski y yo al unisolo.

El hombre rió y miro hacia un camino.

—Los llevaré a mí casa para que tratar su herida.

—No se si debamos confiar en él— le surruje a Blaszczykowski.

—Tranquila si quisierq matarnos ya lo hubiera hecho— dijo Blaszczykowski me miro y me cargó entre sus brazos de manera nupcial —además no creo que puedas negarte.

Realmente detesto cuando este tiene razón.
Mientras Blaszczykowski me sostenía entre sus brazos, el no dejaba de contar chistes totalmente malos junto con el hombre, cuando el hombre rió a carcajadas le empezó a dar hipo yo lo mire con atención.

—Perdona siempre me da hipo al reírme a carcajadas.

—No hay problema.

—Hemos llegado— comento el hombre.

—Itxazo— oí gritar a un niño mientras corría a abrazar al hombre— ¿quienes son ellos?.

—Turistas perdidos.

—Le avisare a mamá que hay visitas.

Dijo el niño y salio corriendo. Al llegar a la choza una mujer salió para saludar al hombre en un idioma desconocido para mi, nos miro y sonrio, le volvio a decir algo al hombre y desapareció.

—Su esposa es hermosa— comento Blaszczykowski.

El hombre nos miro y comenzó a reír.

—Ella no es mi esposa, no estoy casado— el hombre hizo una pausa y nos miro— bueno adelante, no debemos dejar esperar tanto a la pequeñita señorita.

Blaszczykowski asintio y me llevo adentro, era una pequeña choza, me llevo a una cama que parecia ser de paja o acaso eran hojas, Blaszczykowski y el hombre salieron, la mujer de la entrada volvio a entrar y atendió mis heridas.

—Muchas gracias— le dije a pesar de que ella tal ves no pudiera entenderme.

—No hay de que—dijo con una sonrisa antes de salir.

—Oye princesita deberías salir a ver lo que hace este tipo en verdad es grandioso— dijo Blaszczykowski mientras entraba.

—No creo que sea tan grandioso.

Dijo el hombre mientras entraba, yo voltee a verlo ya no tenia el rostro pintado, podia verlo a la perfección.
Me frote ambos ojos para ver si lo que estaba viendo no era una ilusión, pero no era así, sentí como varias lagrimas comenzaron a brotar sin parar.

—Princesita, ¿Estas bien?, ¿Te duele algo?.

Yo negué con la cabeza, la verdad es que no me dolía nada, me levante ignorando el hecho de estar herida y abrace a aquel hombre con fuerza.

—Estas vivo... Papá—dije entre lagrimas.

Prohibido Enamorarse©Where stories live. Discover now