8M 2018

6 0 0
                                    


Decidí encaminarme a la Plaza del Hospital donde nos íbamos a reunir todes les cabres a hacer presencia por la lucha. La Anahí, una chiquilla que me contacto por Instagram, ya iba en camino, íbamos a marchar juntas, así que tenía que llegar luego. Hacía un calor de mierda, de esos que me dan jaqueca, así que fui al super más cercano a comprarme una agüita para hidratarme, entré, empecé a caminar entre los estantes buscando alguna cosa que me refrescara, sin hacerle tanto mal a la cuerpa, pero no había nada, decidí ir a buscar unas galletas, mientras estaba en la fila para pagar miraba las botellas de bebida, estaban heladitas, así que compre una, total, pagué, guardé las cosas y me fui a la plaza, estaba cerca la hora a la que habíamos quedado con Anahí, llegué a Caupolicán por Montt, estaba esperando a que diera verde el semáforo para cruzar, saque el celular del banano para llamarla y preguntarle donde estaba, cuando escucho un "¿luna?", volteo y era ella.

-Anahí: Eres tú, ¿cierto?

-Luna: Si, te iba a llamar pa' saber dónde estabas

No recuerdo bien que más hablamos,

fuimos a comprar cigarros y después a la plaza. Había harta gente, el ambiente se sentía bacán, vi chiquilles de todo tipo, saludándose y abrazándose, la raja, estuvimos paradas un rato conversando y cuando empezó el acto nos sentamos adelante, en el suelo.

Empezaron a hablar las chiquillas de las distintas coordinadoras, después cantó la Camila, la Vale y una chiquilla de Las Les, con apañe de la Vale, recito un poema sobre la Nicol Saavedra Bahamondes, asesinada por ser lesbiana, hubo discursos, las cabras bailaron, nos emocionamos, nos divertimos, nos enojamos, algunas nos pintamos la cuerpa y luego salimos a las calles, gritamos todas, gritamos juntas, nos hicimos escuchar por todes los que estaban ahí, alzamos nuestras banderas y pancartas, por nuestras amigas, nuestras hijas, nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras compas, por las que nos quitaron, por nosotras.

Me cagué de frío un rato, me hice pico la garganta, pero a pesar de que no estábamos celebrando nada (porque pa' que se enteren es una CONMEMORACION, no una celebración) lo pase la raja, sentí que estaba donde tenía que estar, sentí la fuerza que se da cuando todes nos unimos por un mismo objetivo, nos íbamos felices pa' la casa, pero ese sentimiento duro poco, cuando caminando a tomar coleto un grupo de weones nos dijo "feliz día cabras" y escuché un "me enamoré" mientras seguíamos caminando luego de pasarlos. Me despedí de Anahí, me disculpé por no dejarla en el coleto, le pedí que me avisara al tiro cuando llegase a su casa, luego seguí caminando a la calle en la cual pasa el colectivo que me deja al frente de mi casa, era tarde, esa calle siempre está vacía a esa hora, así que llamé a mi pololo para no sentirme tan sola y porque da miedo, siempre da miedo esa situación, mientras hablábamos yo caminaba unos pocos pasos de un lado para otro porque tenía un poco de frío, vi que salían 3 tipos de una esquina así que me quede quieta mirando hacía la otra, por la que en algún momento debía aparecer el famoso coleto, cuando empiezo a escuchar otra vez sus comentarios culiaos sobre mi trasero:

-Me están gritando weás, ahora están caminando para acá. (le dije a mi pololo)

Él: ¿No hay nadie más en la calle?

Y no, no había nadie, caminé en dirección contraria, para por último tener tiempo para correr, pero por suerte ellos siguieron caminando, todo solo quedó en sus comentarios de mierda, seguí hablando por teléfono, él sugirió que podría irme en uber, pero no tenía la plata suficiente para eso, mientras pensaba en donde había un cajero cerca llegó el coleto, me subí mientras mi pololo me preguntaba si ya estaba arriba, me senté y le dije que esperara para pagar, quedamos en que hablaríamos más cuando llegara a casa, me pidió que le avisara apenas llegara.

En el coleto íbamos 4, el chofer, un hombre que se sentó en el copiloto, una señora y yo, la señora se bajó luego, quedé sola con el chofer y el hombre que se subió, estaba cansada, algo distraída también, pero sé que tengo que estar atenta siempre, llegamos a mi parada, me bajé, crucé corriendo, viendo que no hubiese nadie cerca o que pudiese salir por sorpresa, abrí rápido el portón, lo cerré y por fin me relaje un poco "llegué bien", entré, le grité a mi abuelita que ya estaba en la casa, subí, fui a la pieza de mi papá, estaba acostado dormitando, lo desperté, le di un beso y me fui a mi pieza, le escribí a mi pololo que ya había llegado, me saque la mochila, los polerones y me miré en el espejo, tenía toda la pintura corrida, desparramada en mi piel, en mi ropa y en mi pelo, me mire la cara, me mire los brazos, la espalda, las piernas, la panza, me volví a mirar la cara y me sentí feliz por el día que había tenido y las cosas que había vivido, me sentí feliz por mí, por mis cambios, por ser quien soy, tomé unas fotos y me tiré en mi cama a descansar un rato.

Estaba exhausta, tomé el celular, abrí mi Instagram:

"¡Feliz día a todas las mujeres de mi instragram!", "Ni, aunque salgan todas vamos a cambiar, las vamos a seguir matando igual", "pasen el volante, la equidad empieza por casa", "estas feminazis de hoy solo quieren una excusa para hacer lo que quieran", etc, etc.

Comentarios de mierda, gente de mierda, me agoté emocionalmente, me costó mucho levantarme de la cama para ducharme, pero lo hice y me saqué toda la mufa (enojo, descontento, molestia), me fui a mi pieza, me puse una de las camisetas de mi pololoque tengo guardada, bajé a buscar comida y subí a acostarme... me dormí, desperté a la mañana siguiente y fui a ver TV un rato a la pieza de mi papá, reflexioné un rato como fue el día anterior y me pregunté: "¿a los hombres les pasa igual?".

Relatos de una PetitOù les histoires vivent. Découvrez maintenant