2 años después.
- Te lo digo, no tienen oportunidad.
- Lo va a tapar, créeme, lo va a hacer.- insistió
Ambos estábamos casi sobre la televisión.
- ¡GOL!.- Festeje
- ¡No!.- golpeó con su palma su frente
- Me debes 5 dólares.
- Aún no termina el partido.
- Es cuestión de segundos.- continuamos observando y el árbitro cerro el juego.- mi dinero.- extendi la mano frente a Jeff quién puso el dinero de mala gana. Me puse de pié y tome la caja de pizza para tirarla a la basura.
- ¿Estás nerviosa?- se recargo en el sofá
- ¿Por qué?
-No te hagas la tonta, por tú regreso.
- oh, eso.- sonó más deprimente de lo que esperába.- No se si quiero volver, ahora tengo una vida hecha aquí, tengo amigos y voy a fiestas y...
- Francia no es tu hogar.- me interrumpió.- aquí no vive el chico al que amas.
- Ya no sé si lo amo.
- Felicia no mientas.
- Hablo en serio Jefferson, ¿Y si regreso y está molesto conmigo? ¿Y si no quiere verme? ¿Y si tiene una novia?
- Debería dejarla y estar contigo, ese era el trato.
- Lo era hace dos años.
- Y si de verdad te ama lo seguirá siendo ahora.
Me lo pensé, tenía razón.
- Aún así no sé si quiero volver.
- solo una semana Felicia, solo tenemos unos días.- entró a su habitación.
Jefferson era increíble, aprendimos a llevarnos bien y después nos hicimos grandes amigos. Me trajo a vivir a Francia, papá compro un departamentos para nosotros, muy típico francés.
Yo había cambiado, siempre fui una chica común, aquí fui diferente. practique mucho deporte pues sin mi traje no tenía tanta resistencia y por ende baje un poco de peso, me hice más social y extrovertida y muchos dicen que suelo ser arrogante pero yo pienso que son unos idiotas.
🐞🐞🐞🐞
- Lo estuve pensando...- no deje de menear la mezcla para hot-cakes.- Creo que no sería tan mala idea volver a Estado unidos.- intenté convencerme a mi misma.
- ¿Que te hizo cambiar de opinión?. - se sentó en la mesa.
- Que me siento diferente, como poderosa.
- ¿Poderosa?.- estaba por estallar de risa.
- Si. Regresar ahí sería entrar a una jaula con leones. Me gusta sentir miedo. Pero también siento que yo podría asustarlos.
- Felicia, cuando regresemos las cosas serán diferentes.
- Seguirá siendo lo mismo.
- Tu no serás Black cat. No tendrás tu traje, ya ni tienes esa doble personalidad, dejaste cosas pendientes, tus amigos, tu novio, no vivirás donde mismo...
- Gracias por el apoyo.- aventé el bowl sobre la mesa y me senté a lado suyo.
- No vas a regresar y vivir un cuento de hadas, donde te enamoras del chico y viven felices para siempre. Y te lo digo así porque eres mi amiga y te quiero.
