Heart of SKull

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Instantaneamente el murciélago percibió una corriente de viento que le pasó por enseguida, cortando ligeramente su cien, pues apenas se recuperaba de entro los escombros, mirando atónito la evolución del fantasma y semejante pelea de titanes que se efectuaba frente a él.

―¡Suficiente!― dijo Piemon con suavidad. ―Eres un inútil MetalGreymon y tu también Vamdemon, ambos ya están muertos y no se han dado cuenta―. El viento que pasó cerca, eran las espadas Piedmon, una de ellas estaba incrustada en el pecho de Metalgreymon, otra en Skullgreymon por un costado y para mala suerte del murciélago, una más atravesaba su torso por la espalda.

En ese momento MetalGreymon se desintegró y el arlequín absorbió sus datos mientras Skullgreymon caía inconsciente después de haber sujetado con la poca fuerza que le quedaba, al dinosaurio metálico.

―No voy a mover un sólo dedo más por ustedes, disfruta tu últimos segundos de Vamdemon, eres un fiasco― Y después de decir esas palabras el arlequín sacó otro acero y trazó con este una línea vertical, que abrió una especie de portal en el que se adentró y desapareció.

Todo pasó demasiado rápido y el vampiro cayó de rodillas suspirando. La espada de Piemon que lo había perforado ya ni siquiera dolía, estaba seguro de que había muerto. Pero algo le regresó la conciencia, era Skullgreymon.

El dinoesqueleto, había retirado con sus extravagantes manos de hueso, la espada de Piemon entre el costillar, que no había tocado su órgano más importante, el corazón y tenía recostado en el suelo a su amigo, quien apenas podía respirar. Este, tenía consigo una espada más incrustada, sin embargo, había actuado su derrota y estas no le habían propiciado nada de daño, pues el arlequín había fallado, al no tocar su punto debil.

―Mi señor... usted vivirá, espere aquí―

Skullgreymon colocó en el suelo cuidadosamente a su amigo y aprovechando su enorme fuerza, retiró escombro para poder avanzar directo al laboratorio, mismo en el que había sido salvado, tomó algunas pociones y material médico, como vendas y analgésicos. Una vez, de regreso comenzó a atender las heridas del murciélago quien yacía casi inconsciente en el suelo y lo llevó a unas de las habitaciones que quedaban en buen estado.

Los días pasaron y finalmente Vamdemon se encontraba en mejores condiciones bajo los cuidados de su amigo, quien a parte de atenderlo, se había enfocado en reconstruir la mansión.

―Mi señor... debe seguir con su plan, ya está en buena condición, goza de salud y seguramente se hará más fuerte.―

―¿La mansión está en muy mal estado, podrás solo reconstruir todo y recuperar el trabajo de nuestras investigaciones?―

―¡Claro! Aprendí del mejor, toda la evidencia de sus investigaciones, está aquí― dijo señalando su cráneo.

―Muy bien, de igual forma te ayudaré unos días en poner lo más que se pueda en orden este lugar, antes de marcharme, además... ¿quién lo hubiera imaginado, eh, grandulón?, llegaste a una nueva evolución, me tienes muy asombrado y quisiera convivir un poco más de tiempo con tu nueva forma― comento asombrado y orgulloso de su amigo.

―¡Sí, yo también estoy muy contento! ¡Voy a sacarle brillo a estos huesos todos los días!― agregó riendo alegremente.

Los días pasaron y Vamdemon aún no estaba del todo recuperado, sin embargo gozaba de una mejor condición, suficiente para emprender su viaje y había dejado en condiciones muy decentes la mansión, por lo que se despidió del dinosaurio de ultratumba animosamente, quien ya estaba acompañado por otros pequeños digimon de naturaleza oscura, que habían llegado a ayudar a la mansión.

El príncipe de las tinieblas fuera de la mansión, se disolvió entre murciélagos y emprendió vuelo, sabía a dónde tenía que ir, mientras su leal amigo agitaba uno de sus enormes y huesudos brazos, despidiéndose de él.

―¡Adios, mi señor, espero pueda visitarnos pronto! ¡Cuidaré la mansión con todo mi corazón!― dijo haciendo alusión al expuesto órgano entre sus huesos, a lo que respondieron las criaturas aladas con un chirrido animoso , mientras Vamdemon desaparecía entre las nubes.

Demon Lord Where stories live. Discover now