PREDESTINADA A ÉL

CAPÍTULO 12

Mientras me la paso encerrado en mi oficina tomo un vaso de whisky, ni siquiera se porque mierdas tengo una botella debajo de mi escritorio, supongo que es porque soy un idiota que ahoga sus demonios en alcohol.

Planeo llevar a Danielle a cenar, pero cuando me la encuentro afuera de las empresas me dice que tiene una cena programada con su madre, así que decidí llevarla a la casa de sus padres.

Su madre me reconoce al decirle mi nombre, recuerdo que siempre ha sido una mujer muy amable,al igual que lo era Louisa conmigo.

Entro para celebrar junto a ellos su cumpleaños número veinti ocho es sin duda ya toda una mujer y ha dejado atrás a la chica adolescente que conocí.

Danielle me ofrece un Cupckake y es inevitable que recuerde aquel ultimo jodido cumpleaños en el que me dio un pequeño pomque con una vela, aún la conservo entre mis cosas.

Esta casa me trae tantos recuerdos de ambos, cuantas veces nos reunimos en su sala para hacer trabajos de la Universidad y terminabamos era viendo películas de los sesenta.

Una vez cortado el pastel, al padre de Danielle se le ocurre tomarnos una foto instantánea, es la primera foto después de cinco años que nos tomamos, asi que la conservará entre mis cosas más privadas.

Mientras conduzco el auto hacia sus apartamentos y seleccionó una canción al azar del repertorio, se escucha whats mi name de Rihanna,era nuestra canción favorita nos gustaba el ritmo y siempre la cantabamos en karaoke.

Pero entonces todo cambia en la expresión de su rostro, esta a punto de llorar y explota contra mi.

-Basta señor Eigner

- ¿De que habla señorita Johnson?

- Basta de todo esto, la pulsera, la rosa, la cena con mis padres, incluso la canción.

-¿No se a que se refiere?

- Deje de aparentar ser una persona que ya no es, deje de actuar de esa forma y por favor detenga el auto me iré en autobús.

Pero la verdad es que no pretendo nada,no pretendo ser el chico de veinti tres que un día se largo a Londres, porque ese ya no existe.

- No pretendo nada con eso señorita Johnson.

-¡Detenga el auto!

- No la dejaré ir sola por las calles de New York Danielle.

- Le he dicho que tomaré el autobús - Dice bajando del auto.

Tiene la habilidad de retarme en todo, de ir en contra de mi.

- Danielle espere.. - Digo mientras la sujeto del brazo.

-¡Suelteme señor Eigner! Vuelva su casa y dejeme sola.

- No crea que lo voy a hacer, no la voy a dejar sola y menos en una noche tan fria.

- He estado sola desde hace exactamente cinco años, ya me acostumbré -digo saltándose de mi agarre.

Perdóname Danielle,perdoname por dejarte sola todos estos años, pero creo que es imposible que me perdones si ni siquiera yo mismo logró perdonarme.

La sigo porque se que siempre me ha llevado la contraria, y no creo que tome el autobús entonces la encuentro sentada en unas de las bancas del Central Park, no se ha dado cuenta que estoy observandola como si se tratase se su sombra, sólo para asegurarme de que este a salvo.

Le decido textear y decirle que no me mienta y que se donde se encuentra, pero en cambio sólo me responde que me ocupe de mis asuntos laborales y veo como se levanta de la silla.