Volví mi cabeza de nuevo.

¿Qué querría Kriste? ¿De qué quería hablar? Claramente no tenía intenciones de dirigirle la palabra mientras no fuera algo de vida o muerte, pero sentía mucha curiosidad.

Estaba ansiosa. No entendía. ¿Qué tenía que hacer?

Quizás sólo quería decirme todo lo que pensaba sobre mí y lo bien que la pasó con Jacob cuando él y yo seguíamos juntos. Pero eso estaría bien, por fin tendría algo de valentía para decirme algo en la cara.

Pasaron las horas rápidamente, le conté a Juliet y a Chris sobre lo que había pasado en clase, y pensaban lo mismo que yo.

Así que llegó la hora del almuerzo, y yo me encaminé hacia las escaleras del laboratorio de química. Me temblaban un poco las piernas.

Me sentía como una idiota porque estaba algo nerviosa. Estaba algo insegura de mi misma.

Cuando llegué vi que no habían otras chicas, ni habían chicos, ni estaba Jacob, o Sharon. Sólo estaba Kristie esperándome.

-Hola.-Dijo ella.

-Hola.-Respondí.

Hubo un pequeño silencio incómodo.

-¿Y bien?-Pregunté.

-Quería hablar contigo sobre Jacob...

-¿Jacob? ¿Por qué querrías hacerlo? Él ya no me importa.

-Es que... lo que hice estuvo mal.

-¿De verdad? ¿Tú crees? Si no me dices no me entero.-Respondí sarcástica.

-Es que pensé que nunca te enterarías.-Dijo ella con una cara de apenada bastante estúpida.

Me molesté mucho al oír esas palabras.

-Pensaste que nunca me enteraría, ¿eh? ¡¿Y!? ¡Eso no es ninguna excusa! ¡Eramos amigas!

-¡Me gustaba Jacob desde antes que a ti te gustara!

-Aunque hubiese sido así nunca me lo dijiste. Pero igualmente, ese no es el punto, porque no fue lo único que me hiciste.

-¿No lo entiendes? Estaba harta. Hice todo esto porque no quería terminar como tú.

-¿Como yo? ¿De qué hablas?

-Mírate Harrison, estas en la escuela pero no eres nadie, nadie te teme, te creen débil por lo que pasó en la fiesta de Juliet, ¿no estás harta de que en las fiestas los chicos te pasen al lado sin notarte siquiera? Pues yo sí, yo estaba cansada de todo eso. Ya no quería salir con ustedes, la gente decía muchas cosas sobre mi cuando lo hacia.

Kristie me daba asco.

-No puedo creer que estés hablando en serio. Y, dime, ¿ahora te notan los chicos? Sí, probablemente se acuestan contigo un par de veces y luego se les olvida tu nombre, o quizás nunca se lo aprendieron.

-Por lo menos sí se acuestan conmigo.-Contestó.

-Kristie, no puedo creer que estés tan ciega. ¿Piensas que ya nadie habla mal de ti? ¿Piensas que por juntarte con Sharon y ellas ahora tienes a todo el mundo a tus pies? Que ingenua eres. Estoy más que segura que ellas aún te critican cuando no estas ahí. ¿Pero por qué debería decírtelo yo, si tú misma ya lo has hecho? Hablar mal de una persona que confía en ti. Bien, lo mismo es para ti ahora, no cambia en nada. Y no entiendo por qué te importa tanto lo que digan de ti, tanto hasta el punto de perderte a ti misma y de cambiar para volverte una persona falsa y repugnante. ¿Crees que yo también quiero lo mismo? Te equivocas. Además, no quiero acostarme con chicos que eligen a chicas en una fiesta, como si estuviesen eligiendo qué chocolate comprar, no lo necesito, ¿sabes? Tengo suficiente con mi novio, no necesito tres chicos diferentes por semana para satisfacerme.-Dije.

It's a good morning Mr. GarfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora