Coloca sus labios sobre los míos con rapidez, enrosco mis manos alrededor de su cuello mientras me deleito de las sensaciones que sus labios producen. Me veo en la necesidad de apartarme, de lo contrario terminaríamos en la habitación y estaba completamente segura, de que dejaríamos a sus padres esperando.

Coloco mis manos en su pecho y lo empujó para alejarlo logrando un gruñido de su parte.

—En serio tenemos que irnos —insisto. Acerco uno de mis dedos para limpiar el escaso rastro de labial que hay en sus labios, al parecer el anuncio de que era prácticamente intransferible, ha funcionado en un noventa por ciento.

—Bien, tu ganas esta vez —masculla. Toma mi mano mientras ambos caminamos hacia fuera del departamento.

Will abre la puerta del copiloto cuando llegamos, permitiéndome entrar. El sol ha comenzado a ocultarse cuando nos ponemos en marcha, los rayos son fuertes en nuestra dirección por lo que observo a Will colocarse las gafas oscuras antes de encender el auto.

Por las bocinas comienza a sonar la canción de Sugar, la voz de Adam Levine es tan hermosa que subo el volumen de la canción.

I just wanna be deep in your love

And it's killing me when you're away

Ooh baby, cause I don't care where you are

I just wanna be there where you are

And I gotta get one little taste

Mi voz se deja escuchar mientras cierro los ojos. La risa de Will me hace abrirlos de nuevo, sin embargo, me observa por un par de segundos antes de unirse al coro de la canción.

—Sugar Yes please

Won't you come and put it down on me

Oh right here, cause I need

Little love a little sympathy

Yeah you show me good loving

Make it alright

Need a little a sweetness in my life

Sugar

Yes please

Won't you come and put it down on me.

Me dedica una mirada de soslayo sin detener su canto, la escasez de trafico nos permiten una carretera libre, y se siente bien.

Él cantando a mi lado, riendo cuando desafinamos, me hace sentirme tan bien, como probablemente no me he sentido. Me hace sentir relajada, feliz.

—Definitivamente no tienes dotes como cantante —dice en tono divertido cuando la canción acaba.

—Oh, vamos —sonrío —tampoco eres el mejor cantante que digamos.

William ríe mientras niega con la cabeza. La sonrisa no desaparece de su rostro en ningún momento, y la mía creo que podría durar por el resto del día.

(...)

Will toma una de mis manos cuando nos adentramos a la gran casa de sus padres, atravesamos la instancia esquivando a todos los invitados y deteniéndonos a saludar a algunos de ellos.

William parecía conocer a cada uno de ellos, por mi parte, me limitaba a dar sonrisas y a intercambiar un par de palabras amables con las que suponía eran las esposas de los socios de la empresa.

Cuando llegamos al jardín, la decoración es completamente asombrosa, esto más parecía una boda, que una celebración de aniversario.

El jardín se encuentra iluminado por diversos faroles, sobre nosotros se encuentran algunas lonas de color blanco y algunas tiras de luces decoran los árboles. Hay varias mesas distribuidas por todo el lugar y muchos meseros caminan alrededor llevando bandejas en una de sus manos.

Amor por Contrato[SAV #3]  ©Where stories live. Discover now