The Bad Boys Do It Better

El Comienzo

1.- El Comienzo

Pasillo tras pasillos, 
nada nuevo. 
Todo esta exactamente igual que el año anterior. 
¿Será que pueden cambiar algo?
Lo dudo.

La monotonía es lo que más se nota en estos pasillos de llano color crema. Estoy en mi último año, a solo unos meses de irme de aquí al fin, los cuales quiero que pasen lo mas rápido posible. Creo que suena extraño que recién empiece el año y ya quiero que se acabe, sin embargo, eso nos pasa a todos, ¿no? Espero no ser la única... 
¿Pero dónde están mis modales? Ouuh, sí, lo siento no me he presentado. Pues soy Phoebe, mucho gusto, soy la presidenta de esté montón de inú... qué digo! chicos, de los cuales muchos de ellos ni irán a la universidad, ya que tienen un puesto asegurado en las exitosas empresas de sus padres. 
Se que suena raro, pero es la verdad, aunque estemos en la secundaria más "prestigiosa" de la cuidad, la verdad es otra; no es la que te pintan en los folletos. No, no, no. Las materias pueden ser buenas, pero la mayoría no son aprovechadas por el simple hecho de ser niños ricos o consentidos que creen y pueden hacer lo que les da la gana.
Bueno sí, soy rica, al igual que muchos de los buenos para nada de aquí, pero es que es inevitable no decirlo. Aparte de que lo que más importa aquí es la imagen. Mis padres, por más que tengan mucho dinero, se esfuerzan en todo lo que tienen y me dan un tiempo. Ya saben, para estar con ellos, se los debo todo, por eso me mantengo entre los y las mejores, porque los quiero y quiero demostrarles cuanto sé. También tengo que decir que no todos en este gran lugar son ricos; están los becados y pues los que... pues... ¿cómo decirlo? los que están para rellenar banca, a ellos me refiero como los -don nadie-. Ninguna persona sabe con exactitud quienes son los que integrantes de su grupo y no socializan con los demás, y están los que se camuflan bien con los demás y no sabes en qué clasificación entran; y claro, los populares como yo.
Otra cosa que te digo es que aquí, aunque lo parezca, no todos son normales; pero no lo digo de mala manera. En lo absoluto, todos son buenos a su manera, a excepción de uno que otro... Oh, y también debo decirte que, o mejor dicho, presentarte a mi mejor amiga; se llama Alice Brennan, mi consejera, si se puede decir... La conozco desde que tengo memoria y me ha apoyado en todo y se que lo hará siempre. 

-Como presidenta quiero darle la bienvenida a este nuevo año.-Dije una vez dentro del salón, todos tenían su mirada puesta en mi, no me ponía nerviosa. Ya estaba acostumbrada. Como presidenta me toca hacer casi todo lo que los demás no quieran.- Espero que este año sea mejor que el anterior. Pues bueno, como ya todos me conocen, ya saben mi nombre; pero por los nuevos lo diré, soy Phoebe, Phoebe Brooks.-Dicho eso me senté en uno de los asientos. Es como una regla no escrita que el o la presidenta del curso entre y de un discurso. Yo ya estoy acostumbrada a eso, he sido la presidenta "reelecta" por tres años seguidos. No me quejo, ser la presidenta tiene sus privilegios.
-Buen discurso, pero me esperaba algo más... ya sabes, motivador.-Dijo Alice, que estaba sentada a mi lado.
-Lo tend...
-¡¿PERO QUE DEMONIOS TE PASA?! ACASO NO PIENSAS, ALEGRATE DE QUE NO TE HAGO NADA, ERES UN INÚTIL. 
Fue inevitable no girar la cabeza ante esos reclamos, y ahí estaba, pero.. ¿Quién es él? Un chico con jeans negros, camisa gris de cuello en "V" en la cual se lograba ver una parte de un posible tatuaje que salía por el pecho. Encima, una chaqueta de cuero negro, cabello negro azabache y unos ojos grises intensos. Nunca lo había visto en este lugar, ¿acaso es nuevo? Y lo peor ¿por qué entra dando tantos gritos? ¿Acaso piensa que puede entrar como le da la gana? Detrás de él estaba un chico. A él si lo conocía, era Lance Sweets, un chico lindo pero un tanto rudo y peligroso, rubio, ojos increíblemente verdes, alto y siempre anda de gris o negro, varias veces con camisa blanca; muy pocas veces he hablado con él, pero se que es malo. Lo sorprendente es que esta vez entraba al salón cabizbajo, mirando sus zapatos mientras este chico X le reclamaba algo. Él entró por completo al salón con una cara de enojo única, pasó por mi lado y sentí cómo todos mis músculos se tensaban, posiblemente del miedo. Tomó asiento en una de las butacas del final, mientras que Lance solo tiró su mochila al suelo y salió revolviendo su ya de por sí alborotado cabello.
En el salón había un silencio total. Nadie decía nada, ni siquiera se movían, supongo que tratando de asimilar lo que acababa de suceder. En eso entró el profesor de Química, el Sr. Kingdom.
Mire por última vez hacia atrás, lo vi en el último asiento de la esquina, tenía una expresión de asesino insuperablemente aterradora, espero que no sea así todos los días. 

-Señorita Brooks, ¿podría dejar de ver hacia atrás y prestar un poco de atención a la clase?

En ese momento el chico desconocido alzó la vista y me miro a los ojos. Oh, oh, no. Me captó mirándolo. Mierda, mierda y mierda. Volteé la mirada lo más rápido que pude, y observé al profesor Kingdom, que me observaba con el ceño fruncido. 

-Gracias por su atención. Bueno, y como decía antes de la interrupción, siendo el primer día de clases, se que muchos no estarán preparados para un examen, pero les aviso que mañana lo habrá.-Seguido de eso hubo una gran exclamación negativa.
-Profesor... No creo que eso sea justo.-Le dije al alzar la mano.
-Pues no me importa lo que usted y los demás crean, es una decisión mía.
-¿Pero usted quién se cree?-Dijo una voz desde atrás. No me giré a ver, temiendo saber de quién era.- Si usted cree que puede abusar de su poder con nosotros está muy mal, no se quién es usted y como dijo "tampoco me importa".-Dijo poniéndose de pie y haciendo las comillas con sus manos.- Señor "profesor", según usted, dudo de su forma de pensar y de su título, ¿Cómo alguien tan idiota como usted cree que puede exigir algo siendo nadie?

-Se va directo a la Dirección. ¡¿ME ESCUCHÓ BIEN?! NO PORQUE ES NUEVO LE ACEPTARÉ TODO.

-¿Y si no quiero?-lo encaró

-¡FUERA DE MI CLASE, REID! NO LO QUIERO VER MÁS. 

-Yo tampoco lo quiero ver.-Recogió sus libros y cosas del asiento.

—Deprisa, Reid. —Exigió él profesor.

—Ya, ya. —dijo con un tono exasperado.

Caminó entre los bancos y se acercó a mi asiento. Levanté mi vista y lo miré. Fruncí el ceño. ¿Qué le pasa? Lo que no me esperaba era su respuesta: Me sonrió levemente, se inclinó un poco, acercó su cara a la mía y me besó en los labios. Sus ojos estaban bien abiertos al igual que los míos. Me quedé estática sin hacer nada, no me lo esperaba.
Escuché los murmullos de mis compañeros y a lo lejos las risas de los de atrás. Mordió un poco mi labio inferior y luego rozó un poco mi lengua cuando él abrió los labios un poco más.
— ¡¿Qué estás haciendo, Reid?! —Exclamó el profesor.

Problemas, y más problemas, es lo único que se me venía a la cabeza.
Nada de esto puede acabar bien. 
Quise insultarle, pero algo me lo impedía. El muy idiota, porque eso era, salió de la clase soltando una carcajada, idiota le queda corto.