—Supongo que tengo toda mi vida aquí — constaté con mucha seguridad —. Creo que ningún ciudadano común, ha podido salir convida.

—Es triste ver como la vida de una persona es prediseñada por una mujer que simplemente quiere su bien propio... me gustaría mucho hacer las cosas diferentes, volver a Silla un país mejor, libre de caos y maldad; uno donde eres libre de elegir tu propio futuro — lo mire a los ojos fijamente —. ¿Sucede algo?

—Es la primera vez que escucho alguien hablar del bien de los demás antes que los suyos — declare con una sonrisa boba —. Ante la situación, no hemos vuelto tan inhumanos que ni siquiera nos importa si la persona que tenemos alado tiene hambre —hice una pausa—. Es lindo saber que hay personas que aun creen que pueden salvar este país aun que sea en sus sueños.

— ¿A que te refieres?

—Solo hay una persona que nos puedes liberar de este sufrimiento, "El rey sin rostro" —Ji Dwi se encogió de hombros —. Hay que ser realista, por mucho que lo deseamos, solo él puede hacer algo para cambiar este país, sin embargó parece no tener muchas ganas.

—Siento que estas siendo injusta. No lo conoces y no sabes si tuvo una infancia llena de lujos, como narran algunos. No sabes nada de él. Mas estas aquí, dedicándote a hablar de su persona como si su vida fuera lo mejor del mundo. Pero ¿sabes algo? Te equivocas, su vida no fue mejor que la tuya y mucho menos fue mejor que cualquier persona que hayas conocido en tu vida y además... — suspiró — lo siento, creo que me he...

—No, no te preocupes, fui yo la que se ha equivocado. Tienes razón me he puesto a hablar de una vida que no conozco.

—Buenos, de todas formas ya es muy tarde y no quiero que te de un resfriado. Mejor ya entra casa.

—Sí.

Ji Dwi era tan extraño pero a la vez intrigante. Cuando hablaba de temas que quizás, para algunos sea una simple estupidez, el lo hacía ver tan importante que incluso podía llegar a ser un tanto inspirador, pero a la vez, la manera en que defendió al rey, fue tan inusual.

Sin duda es un chico bastante extraño

________________________

—Anoche vi que llegaste con alguien — lo mire de reojo, no sabía que debía de responder.

—Sí, es un amigo. Lo conocí ese día — mire con antelación la jarra que contenía unos de los tantos té que mi tío solía preparar a lo largo del día.

—No tenía ni idea de que tenías amigo — se burló sin gracia —. ¿Como es él?

—Bien, supongo — constaté con desinterés —. Es un poco raro, pero nada del otro mundo.

Mi tío mostró una media sonrisa que poco tiempo, mis labios comenzaron a imitar. Jamás fui muy cercana a mi tío, de hecho debido al constante trabajo que ambos tenemos en nuestro día a día, era muy difícil implementar una conversación entre ambos.

—Buen día — sonríe simplemente al ver el rostro de Ah Ro quien se había levantando un tanto adormilada —. Ya empezó a hacer su trabajo ¿eh? — miró a su padre y empezó a reír

—Sabes que nadie lo detiene — echamos una carcajada al compás.

—Bueno, yo necesito hacer unas cosas primero. Tengo un paciente que vendrá al medio día y necesito buscar algunas medicinas que me faltan — Ah Ro era hija de Won Young y como él, ella era muy buena en medicina así que de vez en cuando cuidaba algunos paciente que mi tío no podía atender —. ¿Me acompañas?

Hwarang [En Proceso De Corrección]Where stories live. Discover now